La última visita al Parque de Atracciones de Artxanda
En 1990, el Diputado de Cultura, Tomás Uribeetxebarria, y el Director de Juventud, Iñigo Urkullu, decidieron cerrar definitivamente las instalaciones. Eran un saco sin fondo
Bilbao
Hace 26 años que cerró definitivamente sus puertas al público. El Parque de Atracciones de Bizkaia siempre fue un pozo sin fondo. Desde su inauguración, el 14 de septiembre de 1974, miles de visitantes disfrutaron de la montaña rusa, el pulpo, el gusano loco, los karts, la piscina, el auditorio… qué recuerdos.
Quienes nunca lo pasaron bien fueron sus dirigentes. Primero con capital mayoritariamente privado, después con el de la Diputación de Bizkaia. Las expectativas de público y económicas jamás se cumplieron. El complejo lúdico ha generado pérdidas incluso cerrado. ¿Qué falló? Muchas cosas. Su ubicación, los precios, la carretera de acceso…
Hacía 9 años que, salvo el guarda y su perro, nadie entraba a estas ruinosas instalaciones. Ya no queda nada. Las pirámides, visibles desde muchos lugares del Territorio y que albergaron infinidad de atracciones, se caen a cachos. La maleza se apodera del terreno. Las máquinas excavadoras pronto entrarán para que estos últimos vestigios también formen parte del recuerdo.
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Todavía recuerdo aquellas actuaciones patrocinadas por Los 40: Pecos, Leif Garret, Miguel Bosé, Mocedades, Hombres G…
El parque costó 450 millones de las antiguas pesetas. Después hubo que inyectar más partidas presupuestarias, pero ni aun así fue suficiente. El parque se lo tragaba todo.
En febrero de 1990, el diputado de Cultura, Tomás Uribeetxebarria, y el director de Juventud, Íñigo Urkullu, decidieron poner fin a aquel despropósito económico.
Hoy se cierra una etapa. Pasamos página. Pero en la retina de muchos vizcaínos siempre quedará grabada la imagen de un lugar que nos hizo disfrutar y pasar frio casi a partes iguales. No nos importa. La memoria selectiva guardara siempre las risas y el algodón dulce.