Zaporeak, rumbo a Chíos
Ya va camino a la isla griega la furgoneta cargada con alimentos y material para instalar la cocina. La primera expedición de cuatro voluntarios viajará el jueves
El Grupo Gastronómico de Intxaurrondo es el promotor del proyecto Zaporeak / CADENA SER
San Sebastián
El proyecto Zaporeak –o Sabores en Grecia– que dará de comer a los refugiados que llegan a la isla de Chíos y a los voluntarios que allí trabajan ya está en marcha.
Pasadas las 11:00 horas del martes, partía, desde la Villa Yeyette de Intxaurrondo destino Chíos, la furgoneta cargada con alimentos y material para instalar la cocina. Según ha contado Carlos, el conductor del vehículo, serán “tres días de viaje” en los que recorrerá “unos 3.100 kilómetros de los que 2.500 son en carretera”. Su previsión es “si todo va bien, llegar el viernes”.
El jueves emprenderá el viaje la primera expedición de cuatro voluntarios que se encargará de poner en marcha las cocinas del proyecto. Este primer grupo lo componen cuatro personas: Peio Garcia Amiano, Zazpi Garcia Amiano, Iñaki Alkiza y Daniel Rivas. Ellos serán los que organizarán la cocina y el comedor y pondrán en marcha el proyecto.
Peio García Amiano ha contado que afrontan el reto “con muchas ganas e ilusión” porque cuando estuvieron allí se percataron de “toda la necesidad y el problema que tiene esa gente”, lo que les lleva a querer “ir rápido para allí”.
El Grupo Gastronómico de Intxaurrondo, promotor de esta iniciativa, contó con la colaboración de varios miembros de Salvamento Marítimo Humanitario para cargar el vehículo, labor que resultó costosa.
Se logró cargar la mayoría del material necesario para poner en marcha el proyecto. Se introdujeron, en primer lugar, los instrumentos de cocina –fregadera, frigoríficos, fuegos, congelador, microondas, ollas, sartenes, mesas, utensilios…– para proceder a montarla el mismo día de su llegada.
Después, rellenaron los huecos con, según calcularon, unos 2.000 o 3.000 kilos de alimentos para poder cocinar, al menos, durante los primeros días. Entre la comida que ya va rumbo a Chíos hay legumbres, arroz, pasta, huevos, bacalao salado, leche, café, caldo, cacao en polvo, galletas… También comida en conserva para los voluntarios y biberones energéticos para los niños.
Asimismo, cargaron en la furgoneta bolsas de ropa donada y cajas con material médico.
Respecto a la labor que harán en Grecia, Peio cuenta que, según vieron en su anterior visita, “se trabaja en un local y los voluntarios pasan a recoger la comida”. Sin embargo, cuentan con acercarse a la costa cuando lleguen embarcaciones: “La idea es, a los refugiados que llegan empapados, con hipotermia y hechos un desastre, darles un caldo a la gente mayor o un cola cao a los niños que les reanime”.
El voluntario desvela sus intenciones: “Deseo que vaya todo perfecto, que hagamos felices a mucha gente, aunque eso está asegurado, que hagamos muchísimos amigos de todo el mundo y, sobre todo, que a esta gente se le solucione el problema”,
El objetivo es llevar a cabo el proyecto durante seis meses, pero en estos momentos cuentan con recursos económicos y materiales para estar durante dos meses. Por ello, hacen un llamamiento a todo aquel que quiera colaborar a visitar su página web.
