Un párroco niega a un homosexual ser padrino en el bautizo de su sobrino
Salvador Alférez, de 40 años, denuncia un trato "discriminatorio y vejatorio" por parte del religioso
Madrid
"Triste y apesadumbrado". Así dice sentirse Salvador Alférez, de 40 años, al que un sacerdote de la parroquia de Santa Cruz, en Écija (Sevilla), le ha negado ser el padrino en el bautizo de su sobrino por su condición de homosexual. Alférez, que trabaja en Madrid desde hace 10 años como camarero, denuncia el trato "discriminatorio y vejatorio" al que se está viendo sometido por parte del religioso.
"Soy creyente, pero no estoy confirmado", ha explicado a este medio Alférez, quien ya está realizando el curso pertinente ya que la Iglesia considera obligatorio ese trámite para poder ser padrino. Su sorpresa, sin embargo, llegó cuando desde la parroquia sevillana, el sacerdote se enteró de que este camarero vivía con su pareja, Iván. "Le preguntó a mi hermano que si estaba haciendo el curso y que qué tal me iba. Cuando se enteró de mi condición le espetó que eso no podía ser", señala.
Alférez, que se va a confirmar el día 16 de abril, confía en que el párroco rectifique y le permita ejercer como padrino en el bautizo de su sobrino, que se va a celebrar el día 23 de ese mes. De hecho, el religioso madrileño que imparte el curso de confirmación ha tratado de mediar en el conflicto, pero, hasta ahora, sin éxito. "Me pidió el número de teléfono para poder hablar con el cura de Écija y explicarle que, por favor, me dejara seguir adelante", detalla.
La secretaría de Igualdad de UGT Madrid denuncia lo que consideran una "vulneración del derecho fundamental a la vida privada". Apuntan, además, que ya se han puesto en contacto con el colectivo COGAM y con el PSOE para "provocar la alarma social" sobre este tipo de situaciones. "No puede ser que la Iglesia actúe como una empresa privada en la que se reserva el derecho de admisión. Es un hecho 'tardofranquista'", argumenta Ana Sánchez de la Coba, secretaria de Igualdad del sindicato.