Planificar el parto
A partir de la semana 30 se pueden organizar las cuestiones que rodean al alumbramiento o a los primeros cuidados del bebé
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La madre puede mostrar preferencias sobre anestesia, contacto con el recién nacido o presencia de familiares durante el parto / Getty Images
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Fuenlabrada
“Es una de las estrategias que recomienda el Ministerio de sanidad”, recuerda Miriam Sobrino, matrona del Hospital Rey Juan Carlos y sexóloga del centro Sexorum, “pero hay que tener claro que es un documento dinámico, que puede estar en constante revisión y evolución”.
Curarse en salud: Miriam Sobrino nos habla de la salud y los primeros cuidados al bebé en el parto
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Hay algunos aspectos que se pueden elegir, uno de ellos es el acompañamiento durante el parto, “elegir la persona que puede estar junto a la mujer pero también cómo gestionar la presencia de otras personas que no sean deseadas”.
En el capítulo de movilidad durante el parto, se opta por diferentes posiciones a adoptar durante la dilatación o el momento del nacimiento. “Si es necesario el personal sanitario puede invitarle a adoptar otras posiciones que puedan favorecer el transcurso de la dilatación, el bienestar materno o el bienestar fetal”, señala Sobrino.
También se atiende al tipo de anestesia o al manejo de las molestias que puedan aparecen. “Conocer las estrategias y alternativas disponibles en el hospital para ver aquellas con las que la mujer puede sentirse más cómoda” y es bueno “conocer aquellas intervenciones que se realizan bajo una indicación que lo explique, como valorar el bienestar del bebé, las exploraciones vaginales, estrategias que estimulan e inducen el parto, desde medicación a técnicas como la rotura de membranas”.
Hay también cuestiones que pueden elegirse como el contacto piel con piel del recién nacido con su madre de manera inmediata e ininterrumpida o las preferencias para realizar ese contacto si no es posible llevarlo a cabo con la madre.
La donación de sangre de cordón, la lactancia materna, el momento de alumbramiento de la placenta… también entran en esa elección que abarca otros capítulos como poder elegir una música concreta o utilizar objetos relajantes como “un saco de semillas o una pelota”.
“Hay que tener claro que no es posible sujetar el desarrollo del parto a una programación, por esto, el plan de parto proyecta una serie de intenciones. Dispone, coloca las ideas, favorece que la mujer y su pareja se ordenen en relación a una circunstancia especial y particular como es el proceso del parto y nacimiento” recalca la matrona.
“A lo largo del proceso la mujer y su pareja se encontrarán ante escenarios, emociones, complicaciones, temores, sensaciones…no previstos en ese plan, y por lo tanto tendrán que manejarse ante una cierta improvisación”, recuerda.
“En ocasiones el proceso del nacimiento se complica y se requiere del uso de instrumentos como fórceps, ventosa o la realización de una cesárea. Existen diferentes causas que justifican e indican estos procedimientos, teniendo presente que durante los mismas se continua con el resto de buenas prácticas tales como acompañamiento centrado en la mujer y su pareja, favoreciendo la intimidad, y el contacto piel con piel”, concluye.