El PP provincial niega la caja b en el partido en Castellón
Fuentes de la investigación apuntan a una posible contabilidad en b en Castellón
Radio Castellón
Castellón
El presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, Javier Moliner, asegura que no ha visto ninguna caja b en su partido. Advierte que cuando llegó a la presidencia de los populares en la provincia, en 2012, tras el fin del mandato del exlíder popular, Carlos Fabra, se encontró con una caja de facturas por pagar.
Unas declaraciones que se producen, tras la noticia que desde ayer les está contando la SER. Las fuentes de la investigación de la Operación Taula, la trama que investiga un presunto blanqueo del PP en la Comunitat, apuntan a que el Partido Popular era una organización criminal. En Castellón estas operaciones de presunto blanqueo estaban, al parecer, lideradas por Fabra, que actualmente lleva 15 meses en la prisión de Aranjuez por cuatro delitos fiscales.
Según estas fuentes, en Castellón existía una caja b. A Fabra se le suma el exvicepresidente del Consell, el castellonense del Partido Popular Víctor Campos, que, según las fuentes, actuaba presuntamente de enlace de Fabra con Valencia.
Es parte de la investigación por la Operación Taula, por la que hoy la Cadena SER les ha avanzado que la Fiscalía pedirá al Tribunal Supremo la imputación de la senadora en la Comunitat y ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por el presunto blanqueo de 50.000 de la caja b del PP de Valencia. Las fuentes de la investigación consultadas por la Cadena SER concluyen que existen tres cajas b transversales en Valencia, y al menos dos más en las provincias de Alicante y Castellón, y apuntan a que el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, era el presunto conseguidor de la trama, aunque Camps lo niega.
Ha habido más reacciones. El secretario provincial de Acción Electoral del PSPV, Ernest Blanch, denuncia la falta de capacidad del presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, Javier Moliner, para controlar la corrupción en su partido ante casos como la Operación Taula o el de la depuradora de Borriol.
Blanch ha explicado que estos casos de corrupción demuestran que el Partido socialista tenía razón cada vez que exigía decencia al PP.
