El director xeral de asistencia sanitaria descarta contratar más personal para atender abortos en la red pública
Considera disfunciones del protocolo las denuncias de mujeres recogidas por Radio Coruña que se van a revisar.
Entrevista fin de semana: Jorge Aboal, Director Xeral de asistencia sanitaria (20/02/16)
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A Coruña
El Director Xeral de asistencia sanitaria, Jorge Aboal, descarta aumentar el personal para que se atienda de forma continuada a las mujeres que están interrumpiendo su embarazo por malformaciones del feto u otras causas médicas en estados avanzados de gestación tras las denuncias de mujeres recogidas por Radio Coruña SER y la Plataforma galega de dereito ao aborto. Considera que destinar una matrona a las plantas donde se practican los abortos o aumentar el personal no tendría incidencia en el resultado final del proceso. Subraya que no ha habido denuncias por consecuencias médicas del proceso.
El Director Xeral de asistencia sanitaria, sobre lo que habría que valorar en el proceso
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Ha señalado en la entrevista de fin de semana de Radio Coruña Cadena SER que la Xunta de Galicia está revisando todos los protocolos de tratamiento en casos de abortos en el segundo trimestre de gestación.
Considera que pueden haberse producido problemas de comunicación de los tiempos de aplicación de las diferentes pautas de actuación a los profesionales sanitarios. Las cápsulas de interrupción del embarazo, dice, deben ser suministradas por un profesional a pesar de que ha habido pacientes que han denunciado que las enfermeras les han comunicado que debían colocarlas ellas mismas. No es admisible, afirma, que se diga a una paciente que avise sólo cuando haya hecho la expulsión en una cuña de un baño como ha pasado en el Arquitecto Marcide.
El Director Xeral de asistencia sanitaria, habla de disfunciones en los protocolos
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Afirma que el protocolo que se aplica en Galicia obliga a los profesionales a colocar las cápsulas vaginales para provocar el aborto a la paciente, a las propias enfermeras o incluso al ginecólogo e incluso que, en caso de que decidan aplicarse el tratamiento las propias mujeres, deben estar supervisando esta operación. No ha negado que en algún momento ha podido haber profesionales que hayan indicado a las mujeres que deben hacerlo ellas mismas. O que hayan indicado a pacientes que les avisaran después de expulsar los restos de su embarazo en la cuña de sus baños, caso del Arquietcto Marcide de Ferrol, aunque considera esta situación inadmisible.
