La caída del santoral marianista
José María Pagador, periodista y escritor, reflexiona sobre la caída de altos cargos del PP defendidos por el presidente Rajoy y hoy sumidos en problemas por los casos de corrupción
La caída del santoral marianista
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Mérida
Cuando Mariano Rajoy llegó al poder en 2011, lo primero que hizo fue entronizar a numerosos santos de su devoción en los cargos y las instituciones más importantes. A estos santos marianistas -Rodrigo, Eduardo, Ana, Alfonso, Dolores, Gustavo, Cristóbal, Ignacio, Carlos, Luis, Jaume, Sonia, Francisco, Esperanza, Alberto, Jesús, José, Ricardo, Rafael, Víctor, Vicente, Yolanda, Pedro, y pueden ustedes seguir añadiendo nombres porque es un santoral completo de la A a la Z-, Mariano les declaró públicamente su devoción con fervorosas palabras ante sus capillitas regionales.
Cuatro años después, todos estos benditos a los que Rajoy tildaba de honrados y ejemplares, han sido excomulgados por una u otra causa y hoy no queda en el santoral marianista ninguna figura a la que poder encender una vela. La última que quedaba, “Santa Rita Rita lo que me das no se quita”, ha caído tambien, aunque Rajoy, faltando a su última promesa de ayer de que no iba a dejar pasar ni una más, después de todas las que ha pasado, la ha ungido con un aforamiento permanente para guardarse las espaldas.
La realidad es que el aforamiento de “Rita lo que me das no se quita” es el aforamiento de Rajoy. Si Mariano dejase a su última santa a los pies de los caballos por lo que hizo su equipo, ¿cómo va a justificar él su posición al frente del PP con lo que ha hecho y sigue haciendo el suyo? La protección de Rita es la protección de Rajoy al frente de un partido imputado, con todos sus tesoreros imputados y con centenares de cargos imputados. Con lo católicos que son y se les han caído todos los santos. ¡Qué pena!