Sociedad | Actualidad
Firma de opinión

Un río sin nombre, una ciudad sin memoria

Firma de opinión Sebastián de la Obra, Un río sin nombre. Córdoba Hoy por Hoy.

Firma de opinión Sebastián de la Obra, Un río sin nombre. Córdoba Hoy por Hoy.

01:45

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Córdoba

Es esta una ciudad habitada por deudores y recaudadores. Sueñan los deudores con ser recaudadores algún día. Sueñan los recaudadores con que nadie les quite el puesto. Ambos miran, normalmente de soslayo, a un río que no tiene nombre propio. Al menos nadie lo recuerda. Lo llaman, popularmente, el río grande, al Uad al kebir. Sin embargo, como todos los ríos, estuvo habitado, en la antigüedad, por ninfas (aseguran que no queda ni rastro ni huellas ni restos de ellas).

De vez en cuando se produce algún naufragio en su orilla o se realizan fuegos artificiales (su reflejo en el agua, cuando la tiene, da realce al espectáculo). Nadie recuerda lo que sucedió hace unos años (salvo el ruido de las sirenas que anunciaban una tragedia, siempre se recuerda el ruido de las sirenas).

Nunca nos enseñaron a leer en el lecho de un río las huellas escritas. Ahora entiendo que no tenga nombre. El propio Juan Ramón Jiménez llegó a preguntarse, ¿puede pensar nadie que un río no tenga nombre?

Una mañana fría la escritora Virginia Woolf, con sus bolsillos cargados de pesadas piedras, decidió ahogarse en un río con nombre propio. Una noche calurosa, hace unos años, se ahogó en nuestro río sin nombre un niño; una criatura pequeña. Nadie recuerda, tampoco, su nombre.

Estas cosas suceden en las ciudades que solo están habitadas por deudores y recaudadores.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00