Los incumplimientos cantan

Bilbao

El Gobierno Vasco ha renunciado a aprobar dos leyes comprometidas en su programa legislativo: el proyecto de Ley de Empleo y el de medio ambiente.

Si es excepcional que un Gobierno reconozca públicamente su incapacidad para cumplir sus compromisos, riza el rizo que para excusarse un consejero critique el trabajo de su antecesor, del mismo partido. Porque Ángel Toña asegura que Aburto le dejó, cuando se fue, un borrador de Ley de empleo generalista, poco ambicioso y no consensuado.

Toña ha tenido un año para enmendarlo, pero, al parecer no ha sido suficiente y ahora a pocos meses para irnos a elecciones, arroja la toalla. En cuanto a la ley de protección de medio ambiente, pues también al cajón. Allí se encontrarán con el proyecto de ley de Administración Pública, que fue retirado para evitar una derrota en el Parlamento.

Cuando un gobierno echa a andar una de sus primeras decisiones es ver si se compromete o no a un programa o calendario legislativo. No tiene obligación, pero es la primera demanda de la oposición y los gobiernos siempre se revuelven. Ahora saben porqué, porque es fácilmente mediable, evaluable y los incumplimientos cantan.