Amenazas en el caso de la Policía Local: "Ten cuidado porque te joderemos la vida"
El juez Penalva relata en su último auto episodios de coacciones incluso dentro de la cárcel
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Cadena Ser
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Palma de Mallorca
Episodios de coacciones en prisión, amenazas contra el fiscal y el juez del caso de la Policía Local, acoso a empresarios e indicios de que la corrupción se extiende a zonas más allá del Paseo Marítimo y la Playa de Palma.
Lo relata el magistrado Manuel Penalva en el auto que ha dictado para prorrogar el secreto de sumario del caso que investiga la corrupción en el cuerpo municipal. El juez detalla algunos episodios de amenazas y apunta que "el rosario de coacciones y amenazas es cotinuo y se perpetúa en el tiempo".
En el auto, al que ha tenido acceso la Ser, el juez señala que existen "sospechas fundadas de que algunos imputados tendrían respaldo político". La revisión de la documentación sobre la Patrulla Verde intervenida en el Ayuntamiento de Palma arroja, según el juez, la posibilidad de que se produjeran nuevos actos delictivos en otra zona de Palma, que no se especifica.
En boca de varios testigos, se relatan episodios de amenazas y acoso dentro de la cárcel. Uno de los testigos fue abordado en la puerta de la prisión por un agente, que le amenazó con hacerle "controles e inspecciones si seguía declarando contra ellos". "Ten cuidado porque te joderemos la vida" fue una de las frases amenazantes que denuncia el testigo, que dice que le advirtieron de que "los policías locales estaban muy organizados y podían ir a por él".
Otro implicado relata que fue amenazado al recoger sus pertenencias al salir de prisión. "Vete con cuidado que puedes tener una denuncia tonta que te traiga a la cárcel otra vez" declara que le dijeron cuatro de los cabecillas encarcelados. Estos agentes, según el testigo, están mostrando "un interés exacerbado en averiguar quienes han podido declarar en su contra".
Según su relato, el exjefe de la Patrulla Verde anunció al resto de policías encarcelados que los 180.000 euros que tenía ahorrados los invertiría "en hundir al juez y el fiscal del caso".
Alguna declaración de testigos ha tenido que ser suspendida debido, dice el juez, "a la dificultad de los testigos para contener unas emociones que brotan de forma descontrolada, por los años de extorsiones, la ruina económica causada a la ruptura de relaciones personales provocada por la situación a la que se veían abocados por los chantajes".
El magistrado considera que los integrantes de la trama delictiva se creen inmunes a la acción de la justicia, ya que estando en la cárcel "persisten en su comportamiento coactivo y amenazador contra cualquier persona que pueda incriminarles".
El juez insiste en que el código deontológico impuesto a los agentes "ha sido aboslutamente defraudado por los detenidos e integrantes de la Patrulla Verde". "Han venido haciendo un uso torticero del poder, actuando de forma coordinada como una auténtica organización criminal. De no estar bajo secreto, pocos se habrían atrevido a declarar".