El prestigio de Felipe

Mérida

Si a Felipe González le quedaba algún resto de prestigio ante las bases y los votantes socialistas, después de su utilización de las puertas giratorias, su impudorosa vida de nuevo rico, sus devaneos con los adinerados del mundo y otras vergonzosas exhibiciones, su última pirueta de defender a toda costa un Gobierno del PP se lo ha vaciado del todo.

Ya no me cabe duda de que con la ayuda de viejos dinosaurios de hay montada una operación de la derecha y los poderes económicos de este país, una izquierda de boquilla como Felipe González, José Bono y otros de menor rango, para evitar que se constituya un Gobierno de izquierdas y de progreso en España. ¿Qué intereses habrá detrás de estas escandalosas complicidades y cuál sería el precio si tal aberración prosperase?

La propuesta de Felipe y su insistencia en algo tan insostenible cae como una losa en el lodazal de barro que ahoga ya al PP y cuyas salpicaduras, por meterse en charcos que no debe, manchan también su prestigio. El PP ha empezado la legislatura como terminó la anterior, chapotando en su propia basura. En unas pocas semanas, el PP acumula nuevos casos gravísimos de corrupción que vuelven a demostrar que eso no era una cosa aislada y que todo el partido está carcomido por el mal.

El propio PP ha sido imputado ya en su conjunto, y eso no había ocurrido nunca en la historia de España. ¿Y este es el partido que Felipe, Bono, Ibarra y otros exizquierdistas quieren que siga gobernando España?