Renfe le dice que no

Renfe cierra la puerta a Mari Luisa Goikoetxea, la vecina de Orduña que hace dos años sufrió un ictus que le dejó postrada en una silla de ruedas y que lucha porque la estación de tren sea accesible. Desde la compañía estatal aseguran que no hay presupuesto y tampoco un plazo previsto para atender esta reclamación.

A día de hoy se están invirtiendo 10 millones de euros en mejorar el acceso a estaciones como Arrigorriaga, Miraballes o Bilbao y no se cuenta con recursos para hacer lo propio en el caso específico de Orduña para poder entrar en los trenes, una operación que explican, requeriría además un elevador y personal fijo en el horario de circulación de los trenes de cercanías.

Maria Luisa inició una campaña de recogida de firmas en Change.org para pedir a Renfe que instale una plataforma elevadora en el apeadero, instalación que ya existe en la estación de Bilbao pero no en Orduña.

En 2014 sufrió un ictus que la dejó postrada en una silla de ruedas. Ahora lucha por recuperar al menos parte de la autonomía perdida mediante la rehabilitación, para la cual debe desplazarse a Bilbao, a 40 kilómetros de su casa en Orduña. Un viaje que no siempre puede realizar ya que la estación de tren de esta localidad no está adaptada para discapacitados, por lo que depende de su hijo, que debe faltar a clase o de su marido, autónomo que debe descuidar su trabajo para acompañarla. Exige a Renfe que adapte sus trenes y estaciones para personas con movilidad reducida, "en qué cabeza entra que pongan sitios reservados para minusválidos en los vagones y que nadie haya pensado en cómo acceder al vagón".