Pedro avanza

Mérida

Frente a un Rajoy completamente paralizado, al que su propio entorno critica ya la falta de ideas y diálogo, crece la figura de Pedro Sánchez, visto cada vez más como un líder con amplia capacidad de negociación y con una visión de futuro imprescindible en esta España nueva que no acaban de entender los viejos políticos.

Pedro Sánchez es un corredor de fondo con la ventaja de que el adversario le suele menospreciar, error que juega en favor suyo. El líder del PSOE se hizo con las riendas del partido contra pronóstico y, desde entonces, contra viento y marea, ha seguido una trayectoria ascendente.

Entre sus logros están el control del desbarajuste de su partido en la comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital, el logro de salvar los muebles del PSOE en Cataluña y de mantener al PSOE como segunda fuerza política en las elecciones generales cuando todas las encuestas pronosticaban su hundimiento, la energía y el éxito de sus decisiones frente a las reticencias de algunos barones y dinosaurios socialistas, el aplazamiento del congreso del PSOE, el acercamiento a los independentistas catalanes y a los nacionalistas vascos con sus guiños en el Congreso y el Senado, porque, sin duda, habrá que contar con esos grupos si queremos que España no se rompa, el pacto con Ciudadanos para conseguir la presidencia del Congreso de los Diputados para Patxi López o la bajada de humos de Podemos, al que Pedro Sánchez ha empezado a enseñar la cara de la realidad.

Cada vez veo más cerca la posibilidad de un gobierno de izquierdas con apoyo de los nacionalistas. Es la única vía para una reforma de la Constitución que garantice la unidad de España en su pluralidad y las reformas necesarias para combatir la desigualdad.

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