La corrupción que no cesa
Mientras se recortaban recursos básicos y esenciales a quienes más lo necesitaban, se derrochaba dinero a espuertas o directamente se robaba
Punto de Vista de Carlos Gómez Gil (26/01/2016)
01:50
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Alicante
Las pasadas elecciones municipales y autonómicas e incluso las elecciones generales de diciembre demostraron la necesidad de abrir nuevos tiempos en España capaces de cambiar el rumbo de las políticas aplicadas, pero también de romper de forma definitiva con esa etapa de corrupción, despilfarro y saqueo que hemos vivido y que tanto daño nos ha hecho.
Es una necesidad imprescindible porque como ya sabemos, mientras se recortaban recursos básicos y esenciales a quienes más lo necesitaban, se derrochaba dinero a espuertas o directamente se robaba de todas las formas posibles y en todo tipo de instituciones.
Silvia Cárceles
Silvia Cárceles
Pero me temo que todavía no hemos tocado fondo, a juzgar por los casos que siguen sacudiéndonos. Sin ir más lejos, la pasada semana asistimos a detenciones y registros en Acuamed en relación a infraestructuras hídricas también en esta provincia, al sobrecoste de los colegios construidos por Ciegsa que superan los mil millones de euros de los que la mitad están en Alicante, a la imputación de la exmujer del condenado Rafael Blasco, quien en su etapa al frente del IVAM aplicaba sobreprecios a las compras de arte que superaban el 1.500%, o a las nuevas revelaciones sobre el famoso viaje a Creta de Alperi pagado por Enrique Ortiz.
En un país con indicadores de emergencia social dramáticos y que se ha convertido en el más desigual de toda Europa, todos estos escándalos de corrupción son la demostración de que hemos estado sometidos a un régimen de pillaje y robo sistemático por encima de cualquier otro país de nuestro entorno.
Pero me temo que todavía nos quedan otros casos por desvelar y sobre todo, una avalancha de juicios que van a demostrar la inmoralidad de quienes han protagonizado ese estado de corrupción que ha puesto al límite a una sociedad que ha demostrado sobradamente su paciencia.
