Pilar Rojo defiende la colaboración con la Iglesia frente al laicismo de los cargos públicos

Santiago de Compostela

Jornada solemne en la catedral compostelana. Una ceremonia de la traslación de los restos del Apóstol a la que no ha acudido el alcalde, Martiño Noriega, que mantiene su compromiso con el laicismo. Sin citar expresamente al alcalde de Compostela Aberta, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, comenzó su invocación al Apóstol apelando a la Constitución.

Dice Pilar Rojo que la carta magna obliga a respetar todas las creencias y cooperar con las distintas religiones, entre ellas la iglesia católica. Rojo dice que no se puede confundir laicismo con la no confesionalidad que es el principio que recoge la Constitución.

Rojo ha pedido al Apóstol templanza ante la oscuridad del radicalismo del terrorismo yihadista. Se ha referido además a la crisis de los refugiados, y ha pedido protección para los más débiles y necesitados, y ha considerado inadmisible la discriminación de la mujer, que todavía persiste. Una discrimación que, según la presidenta del Parlamento, vulnera la misericordia y la caridad. Rojo ha invocado además al Apóstol en momentos de incertidumbre como estos.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, pide que se trabaje para mejorar la convivencia entre pueblos y creencias religiosas. A la ofrenda tampoco ha acudido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Ha representado al gobierno gallego el vicepresidente Alfonso Rueda.