"Curriculums"

El curriculum es la carta de presentacion de cualquier persona a la hora de buscar trabajo, o de querer ocupar un cargo nuevo. Su nombre proviene del latín y quiere decir carrera de la vida, que nació para referirse en la antigüedad a la carrera profesional de los magistrados romanos. No deja de ser un documento creado por el propio interesado donde se reflejan los estudios realizados y las experiencias laborales que haya podido tener a lo largo de su vida, pero ¿quién legitima el contenido del curriculum? ¿quién verifica que las carreras que se dicen en él, o las experiencias laborales reflejadas son ciertas?, pues aparte del propio interesado que puede poner en su curriculum lo que le dé la gana, no hay nadie que pueda dar fe de que lo que se dice en ese exiguo documento es cierto, incluso después de conseguir un trabajo o un cargo nuevo, nadie se preocupa de comprobar que el ganador cumple y posee la formación y experiencia laboral que dice tener.

Pero lo más grotesco y ruin es cuando los políticos de este país, se ven tentados de engordar su curriculum, con carreras inexistentes, títulos que no poseen, master que nunca hicieron, pero que saben tres cosas, por un lado que pueden poner lo que quieran para dar una imagen convincente ante su electorado, porque es bueno que los políticos tengan formación, cuanta más mejor, otra cosa es que nadie se va a parar a comprobarlo y por último que si alguien se da cuenta de que está mintiendo, no sucede absolutamente nada, no hace falta ninguna dimisión, sino simplemente argumentar que se ha tratado de un error, o en el colmo de la desfachatez, que no se ha interpretado bien, echando la culpa a quien lo lee.

En otros países como Alemania el ministro estrella de Angela Merkel, Karl Guttemberg, tuvo que dimitir en 2011 por descubrirse que había copiado su tesis doctoral. En España, ya el famoso Luis Roldán decía en su curriculum que tenía 5 titulaciones universitarias, o Celia Villalobos que era licenciada en derecho, todo falso, pero no queda ahí la cosa, Juan Manuel Moreno Bonilla decía ser licenciado en Dirección y Administración de Empresas, solo tiene un master, Elena Valenciano tuvo problemas con el suyo por decir licenciada en derecho y ciencias políticas, carreras que nunca terminó, Tomás Burgos, secretario de estado de la Seguridad Social decía ser médico, cuando no se sabe siquiera si empezó en la facultad.

En mi opinión debería existir un registro centralizado, como sucede con los testamentos, canalizados también a través de los notarios, que permitiera anotar los curriculums de toda persona destinada a ocupar un cargo político, previa comprobación documental de su contenido y de carácter público, para que todo el mundo sepa realmente a quién están votando y la formación que tiene, ello conllevaría a la evitación de tanto fraude como existe con estos panfletos creados por los propios interesados que llegan a falsear enormemente el conocimiento de las personas, porque tiene el curriculum mucha más importancia de la que le damos y estamos hartos del engaño de los políticos con su formación.