La discreción y la prudencia
Los Reyes Magos de Alicante se apuntaron a un ejercicio de exhibicionismo innecesario
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La Columna de Carlos Arcaya (08/01/2016)
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Alicante
El valor de la discreción y de la prudencia.
Da bastante pena que tengamos que estar hablando de estas cosas y que los Reyes Magos de 2016 en Alicante vayan a pasar a la historia no por lo verdaderamente importante -la ilusión de los niños que veían embelesados a Sus Majestades de Oriente- sino por la visita inopinada pero perfectamente publicitada de los tres reyes a la ex alcaldesa, quien más allá de sus imputaciones no deja de ser en estos momentos una simple ciudadana de a pie.
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La Columna de Carlos Arcaya / Cadena SER
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La Columna de Carlos Arcaya / Cadena SER
Si de bien nacidos es ser agradecidos, la gratitud de los tres reyes con quien les nombró debería ser algo particular o al menos discreta. En vez de ello, hicierón la visita de "dos minutillos" y Castedo conocedora perfectamente de la repercusión que tiene todo lo que publica en el Facebook -recordemos su medio de comunicación oficial- se dió un homenaje; un toque de atención un año después; sin darse cuenta del flaco favor que les hacia a sus amigos a quienes colocaba en un brete.
Malos tiempos en los que el exhibicionismo es un valor que se impone a la mesura, la ponderación o la compostura.