El milagro estuvo cerca

Gijón

En una lista de objetivos del Sporting para esta temporada, avanzar en la Copa del Rey no figuraba ni entre los diez primeros. Pero hay momentos en los que a un equipo le viene bien una alegría para el cuerpo. El Sporting rozó la hazaña de darle la vuelta a una eliminatoria casi imposible, ofreció una imagen muy digna, dio la cara, llegó a ponerse 3-1 y tuvo cerca el gol de la remontada definitiva. En los minutos finales, con un Sporting volcado al ataque y con diez por la lesión de Rachid, el Betis logró dos goles que igualaron el partido (3-3).

El Sporting no consiguió seguir en la Copa del Rey, pero consiguió mucho. Fue capaz de ilusionar a su afición, de levantar a la grada de El Molinón y de poner contra las cuerdas al Betis. Con jugadores poco habituales, compitió a gran nivel y sobre todo con un grado de intensidad espectacular.

Cuando a los trece minutos Bernardo adelantaba al Sporting de cabeza lo imposible se convertía en factible. Cuando cuatro minutos después Wolfswinkel lograba el empate parecía que por delante quedaban minutos de mero trámite.

Pero el Sporting lo dejó todo en el campo. En la primera mitad ya ofreció una buena imagen. La entrada de Halilovic al descanso fue clave. El croata se echó el equipo a la espalda, escoltado por Barrera, Rachid, Álex Menéndez, Isma López... Todos ellos volcados al ataque. El primer balón que tocó Halilovic ponía el 2-1 en el marcador. Fue un disparo duro, con la zurda, que hizo un extraño y engañó al portero Dani Giménez.

El partido se convirtió una locura. El Sporting se volcaba al ataque, pero el Betis también tenía sus llegadas a la contra. Halilovic volvió a marcar en el minuto 26, de penalti, tras una mano clara de N'Diaye. El Molinón era una locura y el Sporting estaba desatado.

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Faltaba la puntilla. El Sporting estaba rozando la hazaña. Faltaba un gol. Y pudo llegar. Otra buena jugada de Álex Menéndez por la izquierda derivó en un pase a Carlos Castro que se plantaba solo ante el portero. El de Ujo sufrió un agarrón que le desequilibró. Era un penalti claro, que González González no pitó.

Con el Sporting roto físicamente y jugando con uno menos (ya que Rachid tuvo que retirarse por molestias físicas) el Betis mató a la contra. Consiguió dos goles que evitaban la victoria del Sporting. Era lo de menos, una vez consumada la eliminación.

Al equipo gijonés le toca centrarse en lo único importante: la permanencia en Primera. Partidos como el de este martes son el camino a seguir. El Sporting volvió a ser un equipo de diez en intensidad, con ráfagas de buen fútbol. Y además ha recuperado para la causa a jugadores como Álex Barrera. El descanso vendrá bien para ganar fuerzas y mantener el nivel.