El nuevo informe de Gerencia de Urbanismo avala la demolición total del ‘mamotreto’
El documento determina que el Ayuntamiento debe cumplir la sentencia y advierte de que no tirar el edificio podría ser “prevaricación”
Santa Cruz de Tenerife
El edificio de aparcamientos del frente de las Teresitas, denominado “Mamotreto” tiene las horas contadas. El informe jurídico realizado por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y al que ha tenido acceso la Cadena SER, concluye que el edificio no puede legalizarse y debe cumplir con la sentencia de derribo. Así, en cuanto a las dudas suscitadas en el actual grupo de gobierno en relación a si existían o no normas urbanísticas que permitieran la legalización del edificio mediante el Plan Especial de Ordenación para el ámbito del frente de la playa de Las Teresitas, el informe jurídico de la Gerencia de Urbanismo es contundente: “No existe normativa vigente territorial y urbanística que permita la legalización de la obra de los aparcamientos dado que el Plan Especial no está aprobado”. Del mismo modo, se añade que en “caso alguno es permisible que la legalización pueda venir post sentencia firme además, argumenta lo contrario podría dar lugar a la comisión de un delito de prevaricación urbanística y un nuevo atentado grave a la colectividad”.
El informe concluye que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife “está obligado a prestar la colaboración requerida en orden al estricto cumplimiento del fallo judicial” y que “no existe impedimento físico o jurídico para el cumplimiento de la sentencia”. En este sentido, con el demoledor informe de la Gerencia de Urbanismo, el Consistorio ha agotado sus recursos para evitar la demolición del polémico edificio, tal y como dispone la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal Número 5 de Santa Cruz de Tenerife, fechada el pasado 19 de febrero de 2014.
Largo recorrido
El ‘caso mamotreto’ es un ramal de la macrocausa de Las Teresitas que sigue pendiente de juicio y en el que está imputado el que fuera alcalde de Santa Cruz de Tenerife y exsenador por Coalición Canaria Miguel Zerolo, por la compraventa de los terrenos ubicados en el frente de la zona de baño. Dentro de la operación inmobiliaria se quiso incluir un desarrollo urbanístico que convirtiera a Las Teresitas en emblema del turismo de la capital chicharrera. El Ayuntamiento llegó a convocar un concurso internacional que premió los planos del prestigioso arquitecto galo. El proyecto de Perrault pintó dos zonas: una de playa, que pagaría el Ministerio de Medio Ambiente en virtud del convenio de colaboración del Plan de Infraestructuras y Calidad Turística suscrito con el Gobierno de Canarias, y una segunda de accesos, donde se levantaría un hotel de lujo de 12 plantas con una altura de 40 metros y 180 metros de longitud, además de un edificio de aparcamientos y locales comerciales.
La construcción del aparcamiento con capacidad de 272 plazas y locales comerciales contemplaba una planta sótano además de una planta sobre rasante. El inmueble ocupaba tanto la zona de servidumbre de protección marítimo terrestre, servidumbre de tránsito, así como 1.223 metros cuadrados de dominio público marítimo terrestre. Las obras se iniciaron en 2001, que es cuando comienza a fraguarse el denominado pelotazo de las Teresitas. El edificio de aparcamientos se construye de forma parcial e incluye modificaciones en el proyecto inicial para aumentar el número de plazas. Según ha constatado una sentencia judicial posterior, esas obras no contaban con las licencias que amparaban los convenios entre el Ayuntamiento y Costas. Se trataba de un requisito imprescindible, por lo que ni los deslindes ni los trabajos realizados en dominio público marítimo terrestre contaban con el visto bueno de la Dirección General de Costas. Paralelamente, en aquella época ya había estallado la polémica por la compraventa de los terrenos por parte del Ayuntamiento a un grupo de empresarios por 52,7 millones de euros.