Los vecinos piden un referéndum tras una tensa reunión con Junta y Ayuntamiento

Málaga

Al grito de "no al travía" fueron recibidos este jueves por la tarde el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, José Luis Ruíz Espejo, por el más de centenar d vecinos y comerciantes de Miraflores, Gamarra, Eugenio Gross y Blas de Lezo que habían sido citados en la junta de distrito para que les explicaran el proyecto del tranvía al hospital Civil.

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Al margen de un reducido grupo de vecinos -no más de cinco-, el grueso de los asistentes reiteró en numerosas ocasiones que están en contra del proyecto cifrado en 41 millones de euros. "Va a ser nuestra ruína; sois los culpables de que esto se haya planteado mal porque nadie ha contado con los vecinos para hacer este proyecto; no queremos un tranvía, si fuera un metro -soterrado- quizás, pero no un tranvía que vaya a partir la zona en dos partes; corren peligro nuestras casas y los comercios; no necesitamos un tranvía, no lo queremos..." son muchas de las frases que los vecinos espetaron a De la Torre y Ruíz Espejo.

Los asistentes apenas dejaron que los técnicos de la Consejería de Fomento explicaran los detalles del trazado: "perdona usted señor técnico, gracias por las molestias pero aquí no nos estamos enterando de nada; vamos al grano ¿ustedes van hacer el tranvía aunque nos opongamos los vecinos? " pidió un portavoz de la plataforma vecinos contrario al tranvía al delegado de la Junta. Ruíz Espejo y el alcalde insistieron, en varias ocasiones, que el proyecto solo se hará con el consenso de todos los afectados.

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Los argumentos de ambos políticos apenas sirvieron para nada. Los vecinos seguían cuestionando sobre la rentabilidad, los problemas de accesos a las viviendas, de las calles, los problemas para el paso de los vehículos de emergencia, la inversión prevista,...ningún argumento era suficiente para llegar a un acuerdo. Los afectados plantearon al alcalde realizar un referéndum para conocer la opinión de los vecinos; los mismos que llevaban bajo el brazo casi un millar de firmas en contra del tranvía. Ni el alcalde ni Ruiz Espejo se comprometieron a esa supuesta votación.

Después de casi dos horas de reunión en una sala en la que no cabía un alfiler, fueron los propios vecinos los que dieron por terminado el encuentro a la voz de "hasta aquí hemos llegado y aquí acabamos la reunión". Las intervenciones del alcalde y del delegado fueron interrumpidas numerosas veces por los asistentes.

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