Cáritas y EAPN detectan repunte de pobreza energética en la región
Ahora piden apoyo económico más familias, pero con facturas impagadas de menor cuantía. Los índices de pobreza severa y privación material severa provocan que hacer frente al pago de luz y agua sea cada vez más complicado. El Campamento Dignidad se encierra en una iglesia de Cáceres para protestar
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Encierro del Campamento Dignidad en la iglesia Virgen de Guadalupe / CD
![Encierro del Campamento Dignidad en la iglesia Virgen de Guadalupe](https://cadenaser.com/resizer/v2/CWSVFZCI7BKRVDWQF6A7FWOFRY.jpg?auth=774f0538e0fd72cdaa5c77c0253e7211092336cc58eb7018f22cb5463c5e6321)
Cáceres
Los servicios de acogida de Cáritas en Cáceres han detectado que se ha multiplicado por 4 la solicitud de ayudas para poder pagar sus recibos de luz y calefacción. Y es que en 2015 se han tramitado 30 peticiones de este tipo, lo que supone hasta el momento un desembolso de 3.000 euros. Son cifras que además no incluyen las prestaciones que ofrecen las parroquias directamente, donde también han experimentado un repunte. Se evidencia así la subida de la denominada pobreza energética respecto al año pasado. Eso sí, ahora piden apoyo económico más familias, pero con facturas impagadas de menor cuantía, explica Francisco Manuel Delgado, secretario de Cáritas en la Diócesis de Coria-Cáceres
La mayoría son familias con hijos, principalmente extremeñas, que recurren a Cáritas como parche inmediato ante la tardanza en la gestión de ayudas por parte de las administraciones. Ellos también hacen seguimiento de los destinatarios a quienes apoyan económicamente.
Y es que según el último estudio de la Red Europea de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), el 33,1 por ciento de la población extremeña está en riesgo de pobreza. De ellos, el 9,5 por ciento padece “pobreza severa”, lo que significa que viven con menos de 322 euros al mes y un 3,8, sufre “privación material severa”. En ambos casos, hacer frente a pagos de luz o gas se convierte en un esfuerzo muy complicado de asumir. Especialmente duro es el escenario si pensamos en los niños de esas familias, explica María Teresa Suárez, presidenta de la Red en Extremadura.
Precisamente para exigir estos “mínimos vitales” continúan encerrados unos 40 integrantes del Campamento Dignidad, la Red de Solidaridad Popular y la Plataforma de parados de Cáceres. Llevan ya tres noches en la parroquia de Virgen de Guadalupe de Cáceres y no dudan en pasar allí toda la campaña electoral si es necesario para captar la atención de los políticos, asegura Felipe Carballo, portavoz de lo sencerrados.
![Paula Almonacid](https://s3.amazonaws.com/arc-authors/prisaradio/9ae7304e-f8fc-4567-845b-28d8f628c5a1.png)
Paula Almonacid
Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Se incorporó al equipo de SER Extremadura...