Exponen la labor social del sacerdote asturiano Enrique Figaredo en Camboya
El periodista Josep Maria San Saturnino, "Sansa", presenta hasta fin de mes una exposición fotográfica en Phnom Penh sobre el trabajo social de la prefectura del sacerdote asturiano Enrique Figaredo
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GRA553. PHNOM PENH (CAMBOYA), 04/11/2015.- Fotografía que forma parte de la exposición "Cara a Cara" en la que una niña mira a través de las cuerdas de una hamaca en Kum Rieng, en una zona controlada por el Jemer Rojo hasta 1999 y a la que ahora llega el trabajo social del sacerdote Enrique Figaredo, cerca de la frontera con Tailandia, en el noroeste de Camboya. El periodista Josep Maria San Saturnino, "Sansa", presenta hasta fin de mes una exposición fotográfica en Phnom Penh sobre el trabajo social de la prefectura del sacerdote asturiano Enrique Figaredo, en la provincia de Battambang, en el noroeste de Camboya. EFE/Josep María San Saturnino ***SOLO USO EDITORIAL*** / Josep María San Saturnino (EFE)
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El periodista Josep Maria San Saturnino, "Sansa", presenta hasta fin de mes una exposición fotográfica en Phnom Penh sobre el trabajo social de la prefectura del sacerdote asturiano Enrique Figaredo, en la provincia de Battambang, en el noroeste de Camboya.
"Sansa" destacó la labor del religioso con los discapacitados a lo largo de casi treinta años y la de sus voluntarios en proyectos educativos, sanitarios y de generación de empleo en presencia de parte del equipo de "Kike" Figaredo y trabajadores sociales, anoche durante la inauguración de la muestra.
"Él (Figaredo) mira el rostro de las personas, le da igual si son católicos, musulmanes o budistas", indicó a Efe el fotógrafo catalán cuya exposición se presenta por primera vez en Camboya y está basada en su libro "Cara a Cara", elaborado entre 2009 y 2010.
Figaredo comenzó su labor pastoral y social en los campos de refugiados camboyanos en Tailandia en 1985, dónde se enfrentó a las consecuencias de la guerra civil camboyana y el régimen del Jemer Rojo, que provocó la muerte de un cuarto de la población entre 1975 y 1979.
Desde entonces, el sacerdote jesuita ha estado ligado a Camboya, a donde regresó definitivamente tras ordenarse sacerdote en 1992.
El trabajo de Figaredo se centró desde sus inicios en los discapacitados, en su mayoría víctimas de polio, explosivos sin detonar y minas antipersona, para los que ha fundado escuelas y talleres de sillas de ruedas.
Aunque el número de accidentes se ha reducido de varios miles al año en la década de los 90, a poco más de cien el último año, cerca de 20.000 camboyanos han perdido la vida y casi 45.000 más han sufrido lesiones desde 1979 a causa de los artefactos explosivos, según datos del Gobierno.
"En la fotografía en las que las niñas realizan el baile de la bendición, hay personas con y sin discapacidad, a mi me emociona mucho que las niñas con discapacidad quisieran bailar (...) y la complicidad con las niñas sin discapacidad", destacó Figaredo de la exposición.
La hermana Denise Coghlan, que hace campaña por la prohibición de las bombas de racimo en Camboya, advirtió que "hay que abarcar las zonas más remotas y terminar de limpiar las zonas que faltan".
El sacerdote asturiano, nominado al premio príncipe de Asturias de la Concordia en 2008, animó también a no quedarse en los momentos plasmados en las fotografías y seguir "dando el callo".
"En este país cada vez hay más desarrollo pero cada vez hay más injusticias, cada vez hay más bien estar pero cada vez hay más desigualdad, muchas cosas que van al revés".