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Madrid

En julio de 2014, el entonces Gobierno de Ignacio González no aceptó la petición de prorrogar un año su vida laboral al pediatra del Niño Jesús Marciano Sánchez Bayle, que también era —y sigue siendo— presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid; uno de los profesionales más destacado en la Marea Blanca. No fueron pocos los que consideraron su jubilación forzosa como un intento de silenciarlo. Sánchez Bayle recurrió esa orden de la Comunidad y ahora la justicia le ha dado la razón.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Madrid entiende probado que no eran ciertos los tres motivos que planteaba la Consejería de Sanidad para la jubilación forzosa: "que había disminuido la presión asistencial", aunque poco después de su jubilación el hospital contrató a un médico eventual, por acumulación de tarea; "que no realizaba técnicas específicas e innovadoras y que no participaba en planes estratégicos y proyectos de mejora del hospital"; Sánchez Bayle alegó, en este sentido, la dirección de dos tesis doctorales y la formación de médicos especialistas porque era el único pediatra que formaba parte de la Unidad de Epidemiología.

Sánchez Bayle tendrá que ser indemnizado con las retribuciones que ha dejado de percibir y, además, la sentencia le da de nuevo la oportunidad de volver a pedir la prolongación jornada. Lo va a hacer.