Brotes verdes

Valladolid

No se trata de lanzar las campanas al vuelo ni de estar eufóricos, pero la victoria ante el MIrandés puede ser balsámica para el Real Valladolid que huye del descenso; estos tres puntos deben servir para que la confianza y la autoestima suban en el conjunto ahora dirigido por Portugal.

No tocó demasiado la alineación el nuevo técnico, con Timor y Leao de nuevo en el centro del campo, pero pronto se empezó a notar un cambio de actitud en el grupo, más tranquilo, menos fallón y con ganas de jugar la pelota a ras de césped. El dominio de la situación no era ficticio y fruto de ello llegó el primer gol, tras buena jugada colectiva que culminó Rodri con un taconazo dentro del área que remachó Villar (lleva cuatro, y el máximo anotador del Valladolid) en el primero del partido en el minuto 14. Un buen Mirandés se veía sobrepasado por la intención que ponía en el juego el conjunto local, bien dirigido por Leao, por fin apareció el portugués en acciones ofensivas, logrando el pase del que nació el segundo tanto, pues su balón a banda lo aprovechó Villar para habilitar la llegada de Rodri que marcó en el minuto 41, justo antes del descanso.

La segunda parte fue un poco menos vistosa, con el Mirandés intentando y consiguiendo llegar a los dominios de Kepa, que hubo de trabajar para evitar que los burgaleses se acercaran en el marcador, y con el Valladolid lanzando el contrataque sin excesiva fortuna, pero manejando el choque en base al marcador favorable.

En el descuento llegó el gol de los visitantes en una falta al borde del área ejecutada de forma magistral por Abdóm Prats, pero ya no sirvió para nada pues un desafortunado Munuera Montero pitó el final tras este gol.

En definitiva, tres puntos que permiten huir del descenso al Valladolid, que encara la semana con el colista Almería como próximo rival y con las bajas por sanción de Leao y Moyano.

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