Quiroga y la estrategia de San Ignacio

Bilbao

El PP ha sorprendido en el tablero vasco con un movimiento inesperado. Renuncia a exigir a la izquierda abertzale que condene a ETA; ahora le reclama sólo que rechace la violencia, para a partir de ese mínimo común conseguir una unidad de partidos y reactivar la ponencia de paz, rebautizada como de libertad y convivencia.

La condición que pone el PP no es tal, está formulada ad hoc para facilitarle las cosas a SORTU. El rechazo a la violencia es la fórmula que utilizó en sus estatutos para sortear la Ley de Partidos. No debemos encallarnos en las palabras, ha dicho Quiroga, obviando que fueron ellos quienes consagraron el término "condena" como label democrático. Por cierto, EH Bildu lo acaba de pronunciar para entrar en el Gobierno de Navarra.

Desde que llegó a la presidencia del PP vasco, Quiroga ha reclamado a su partido, a Rajoy, que lideren el fin de ETA. No entiende que quienes sufrieron el terrorismo se tengan que hacer a un lado mientras otros capitalizan el final. Ya tiene su liderazgo. Falta saber si con el respaldo de Génova. Y si le sale bien con SORTU la jugada de San Ignacio de Loyola: entrar con la de ellos para salirte con la tuya.