Betoret: “Fui vilmente engañado”

Valencia

"Si acepté fue porque me lo pidió el presidente de la Generalitat". "Una cosa es aceptar una condena y otra muy distinta que sea cierto el motivo de la condena". Así de contundente se ha mostrado Rafael Betoret a preguntas de la fiscal. Se enfrenta a una petición de pena de once años de prisión como presunto autor de tres delitos: malversación continuada, falsedad documental y prevaricación administrativa. Todo en relación con la adjudicación, presuntamente irregular, de la presencia valenciana en Fitur a la empresa Orange Market.

Preguntaba la fiscal por su papel en la consellería y en la Agencia Valenciana de Turismo y Betoret ha insistido en que su función era de "correa de transmisión". Que las decisiones las tomaba la consellera y que él se limitaba a comunicarlas. Tanto ha insistido en ese papel de comparsa que la fiscal le ha preguntado entonces por qué aceptó una condena, en el llamado "Caso de los Trajes", y aceptó una pena por haber recibido regalos de Alvaro Pérez, Francisco Correa y Pablo Crespo en agradecimiento a su colaboración. Preguntado por su relación con Alvaro Pérez, Betoret ha sido muy gráfico "amigos del alma no éramos", aunque sí ha reconocido una relación cordial.

Muy serio Betoret ha sido contundente: fue engañado vilmente, ha dicho. Si aceptó la pena es porque así se lo aconsejó su abogado para ahorrarse el juicio e incluso ha llegado a señalar que entregó en el juzgado trajes y abrigos que eran suyos después de "cortarles las etiquetas".

Sin embargo esa es una causa ya juzgada y por eso, a renglón seguido, la magistrada presidenta Pilar de la Oliva ha pedido a la fiscal que no continuara por ese camino, algo que ha motivado la protesta del ministerio público.