Repuesta al culto la Virgen de los Remedios de Benito de Hita y Castillo
La imagen ha sido restaurada por Marta Pertejo y ya se encuentra en la capilla de Los Estudiantes

La restauradora Marta Pertejo, junto a la imagen de la Virgen de los Remedios / Universidad de Sevilla

Sevilla
La imagen de la Virgen de los Remedios ha sido reintegrada este lunes a su ubicación en la capilla de la Universidad Hispalense, donde tiene su sede la hermandad de Los Estudiantes. La talla, que fue titular de la capilla y presidía el retablo principal de la misma está atribuida a Benito de Hita y Castillo, y se sitúa en torno a 1762.
Su ubicación actual es en la cabecera de la nave del evangelio, retablo concertado en 1762 con el ensamblador Julián Jiménez, que ostenta además en las hornacinas laterales las esculturas de San José y San Carlos Borromeo, de tamaño menor que el natural, y en el ático, dos ángeles sedentes y un San Fernando. Todas ellas se atribuyen igualmente a Hita y Castillo, asiduo colaborador de Julián Jiménez en las labores escultóricas.
La Virgen de los Remedios es una advocación mariana que fue divulgada por la Orden de la Santísima Trinidad, Los Trinitarios, congregación fundada por San Juan de Mata y San Félix de Valois. Numerosas ciudades han tomado a esta advocación como su patrona, y muchas iglesias y templos están consagrados a su nombre.
Se trata de una talla de bulto redondo, en madera tallada y dorada, de 1,93 cms. de alto. Las vestiduras de la Virgen están a su vez trabajadas con una decoración de estofado en el dorado. La Virgen se presenta de frente, portando en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en el derecho un cetro. Se sostiene sobre una nube con tres cabezas de querubines. El Niño, está desnudo y porta a su vez un pequeño cetro en su mano izquierda.
El trabajo de recuperación de la imagen ha sido realizado por la restauradora Marta Pertejo, quien se encargó en 2014 de la restauración de las pinturas sobre tabla de San Francisco y San Ignacio de Loyola, procedentes de la Casa Profesa de los Jesuitas y ubicadas en el despacho del rector.