Refugiado bosnio. Ciudadano conquense

Cuenca

La crisis de los refugiados sirios centra la actualidad europea y también la nacional ante la asignación del cupo de personas que llegarían a España. Aquí en la SER les contamos la historia de otros refugiados que ya llegaron a España en los años 90. Huían dela Guerrade los Balcanes y algunos de ellos llegaron a Castilla-La Mancha.

Esta es la historia de Marko Praniko. Con 18 años vivía con sus padres en la ciudad de Yaice, en Bosnia-Herzegovina, un país que a finales de 1992 sufría los peores ataques de una guerra, tan cruenta, como fue la de los Balcanes. “Ni siquiera tuvimos tiempo de mediar la decisión”, recuerda. “Tuvimos que coger lo mínimo, lo puesto y salir de la ciudad”. Así llegaron a Croacia, a casa de unos familiares. Es este país se acumularon miles de refugiados. Fue entonces cuando el Gobierno de España decidió acoger a un buen número de ellos.

Pero, ¿cómo y por qué llegaron a Cuenca? “Fue puro azar. Había varios destinos y nos dieron a escoger entre unos lazos de colores. Cada familia cogía uno y a nosotros nos tocó Cuenca. Y la verdad es que tuvimos suerte”. El azar les trajo a esta ciudad en diciembre de 1992. Su primer hogar fueron las instalaciones de la oenegé Aldeas Infantiles SOS. “Encontramos todas las puertas abiertas. Tanto las instituciones como la gente de Cuenca fueron una maravilla”, recuerda Marko. “Sobre nuestra experiencia en la integración yo solo puedo hablar con superlativos”. Cómo él llegaron a Cuenca varias familias de ciudades bosnias como Sarajevo o Mostar.

Marko tiene ahora 41 años, está casado, tiene 3 hijos y es profesor de inglés y de música. Desde su situación actual, ve el drama de los refugiados sirios y empatiza con “esos padres que van a cuestas con sus hijos”. “Me doy cuenta de que es una brutalidad interior, una tragedia. Lo dejas todo, no solamente tu casa, tus proyectos, es que dejas a tus padres, a tus mayores. Se quedan allí llorando, diciendo que no te van a ver nunca más”. Esta es la historia de Marko Praniko, un refugiado bosnio, un ciudadano de Cuenca. “Hablo de Cuenca, me siento de Cuenca, me siento muy a gusto aquí, mi mujer es de aquí. Yo soy de aquí”.