La cara nueva del Ramón Sánchez Pizjuán
El presidente del Sevilla, José Castro, afirma sobre las obras que "es el momento, se lo merece nuestra afición, y tenemos los recursos para afrontar este gasto sin mermar el potencial deportivo"
Sevilla
El aficionado del Sevilla se llevará una grata sorpresa cuando acuda el domingo a presenciar el partido de su equipo frente al Atlético de Madrid. La nueva imagen de las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán es impactante. Testigos directos afirman que mucho más que las fotos que se han ido filtrando en los últimos días. Este lavado de cara es el principio de una ambiciosa obra de reforma que se acometerá en varios plazos y modernizará, sin tocar el aforo, un estadio que en muchas zonas está vetusto.
"Queríamos poner el estadio bonito. Era el momento de reformarlo. Los graderíos están renovados, pero queda mucho. Se ha reformado el vestuario local, se han realizado impermeabilizaciones, la zona de prensa, se ha instalado una nueva grada para discapacitados, nuevos accesos de emergencia al terreno de juego. Se van a instalar nuevos videomarcadores. Se cambiarán las verjas del estadio y las puertas de accesos. Se duplicará el número de aseos, los nuevos serán dignos y más amplios. Se van a reformar las torres de iluminación. Son reformas que UEFA obliga a realizar. Se instalarán ascensores en todos los sectores. Se estudia la opción de una nueva cubierta general y un nuevo museo", ha afirmado orgulloso José Castro.
El presidente del Sevilla ha explicado los detalles de la reforma: "no voy a dar datos exactos de fechas porque todos sabemos cómo funcionan las obras. Las pagaremos en dos-tres años si hace falta. Es el año en el que vamos a invertir en nuestros abonados". Y ha indicado que "un equipo campeón de Europa tiene que tener un estadio digno de esa condición. Los resultados finales no se verán hasta el final de esta temporada. Nuestro abonados se merecían las mejoras de nuestra casa. Es una reforma para que saquen pecho de su estadio".
El dirigente ha señalado que la inversión puede ayudar a sufragarse con un patrocinador pero que "no se le cambiará el nombre al estadio, aunque sí es estudiable añadirle una marca publicitaria”. Estas obras entierran el proyecto faraónico que anunció José María Del Nido cuyo coste era inasumible para la entidad. Para Castro las cosas están claras; "No hay capacidad económica para hacer un nuevo estadio. Además, tenemos el mejor estadio en el mejor sitio y tampoco necesitamos un estadio con una mayor capacidad, ojalá que sea necesario algún día" concluyó.