Una reunión sin grandes acuerdos

Santiago de Compostela

Pasadas las 12,30 de la mañana daba comienzo la primera reunión que Lara Méndez mantiene con el presidente de la Xunta desde que fue investida alcaldesa de Lugo. Más de dos horas de encuentro que comenzaron con el presente que la regidora de la ciudad de la muralla le traía a Alberto Núñez Feijóo, el libro "La divina comedia", de Dante traducida por el autor lucense Darío Xohán Cabana. No le ha servido a Méndez para que Feijóo accediese a la que era la petición marcada en rojo en la hoja de ruta de la regidora: el servicio de hemodinámica 24 horas para el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA). Una demanda que, asegura Lara Méndez, es una petición del propio jefe de servicio.

Lo único que le ha podido arrancar al jefe del ejecutivo autonómico es el compromiso que también adquirió con otros alcaldes y que tiene como horizonte finales de este año. Un estudio exhaustivo del número de infartos que tiene que atender cada unidad de hemodinámica de Galicia para comprobar las horas que deben estar abiertas las salas. Feijóo insiste en que, antes de su llegada a la Xunta, Lugo ni siquiera tenía una unidad de estas características que ahora está al mismo nivel que la de ciudades como Pontevedra o Ourense.

Clima cordial

Muestras y gestos de agradecimientos entre ambos mandatarios, que se reconocieron la premura de esta primera reunión y se emplazaron a una futura cita a principios del próximo año. Alberto Núñez Feijóo quiso aprovechar además para felicitar a Lara Méndez por "haber conseguido la confianza de la corporación y ser investida alcaldesa" y le ha deseado suerte en su primera legislatura al frente del consistorio lucense. Ha insistido en su compromiso con la sanidad, a pesar de no acceder a la principal petición de Méndez, y con la educación poniendo en marcha una guardería pública con 32 plazas a las que se sumaría el bono cuidador guardería aprobado por el Consello de la Xunta y que estaría comprometido en los próximos presupuestos de 2016. Feijóo se compromete también a la construcción de un colegio en el barrio Sagrado Corazón y a trasladar la estación de autobuses a la zona donde está emplazada la de ferrocarril y avanzar así en la senda de la intermodalidad.