El Tribunal Supremo confirma una sentencia por disparar a la casa de una mujer gitana
El condenado se dirigió al domicilio de la afectada efectuando al menos dos disparos contra la vivienda
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Sevilla
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de tres años y tres meses de cárcel impuesta a un hombre que disparó con una pistola para la que no tenía licencia contra la vivienda de una mujer de etnia gitana en Carmona (Sevilla) con el objetivo de "intimidarla y amedrentarla" para que abandonara el pueblo.
La Sala de lo Penal rechaza el recurso interpuesto por Diego G.E. contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que lo condenó a dos años de prisión por un delito de amenazas y a un año y tres meses de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, mientras que absolvió a su hijo al no haberse acreditado que participara en los hechos.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 23,00 horas del 2 de mayo de 2011, cuando el acusado se dirigió al domicilio de la afectada, quien, alertada por unos vecinos, salió al balcón de su vivienda, momento en que el imputado, desde la propia calle y situado frente al balcón, efectuó al menos dos disparos contra la vivienda que no alcanzaron a la denunciante ni a ningún otro familiar.
Al mismo tiempo que efectuaba los disparos, el procesado le decía frases como "eres una gitana de mierda", "te tienes que ir del pueblo" o "vamos a meter fuego a la casa", momento en el que acudió al lugar el hijo del acusado, aunque no ha quedado acreditado que llevara pistola ni tampoco que efectuara ningún disparo.
Ambos imputados se refugiaron en el domicilio que compartían en la localidad, siendo detenidos por agentes de la autoridad sobre las 1,00 horas del 3 de mayo tras ser instados a abandonar el inmueble, en el que fue hallada la pistola utilizada por el imputado para efectuar los disparos, que se encontraba en "perfecto" estado de funcionamiento y para la que no tenía licencia de armas.
Con motivo del registro y en una papelera ubicada en un cuarto de baño de esta vivienda, fue encontrada una porra extensible.
En su declaración, el acusado reconoció que acudió a la vivienda de la afectada, que llevaba una pistola y que efectuó dos o tres disparos al aire que impactaron en la pared, afirmando que iba solo, que su hijo llegó más tarde y que en ningún momento la apuntó con la pistola, pues lo único que quería era intimidarla para que tanto ella como su familia dejaran de acosarle.
El hijo del imputado reconoció también su presencia en el lugar pero negó que llevara ningún tipo de arma ni efectuara ningún disparo, afirmando que sólo intentó que su padre no disparara.