La angustia previa a un desahucio

Barcelona

SER Catalunya ha podido hablar con una persona que encaja, a su pesar, en diferentes estadísticas: a cuál peor. Es una mujer de 53 años, con estudios básicos y que hace tiempo que no sabe qué es tener un trabajo estable.

Es también una víctima de la violencia doméstica que tuvo demasiado miedo para denunciar a su agresor. Y esta es, a la vez, una de las razones por las que vive cerca del precipicio: la pesadilla hipotecaria de esta mujer está directamente vinculada al tiempo que vivió atemorizada por su pareja, pero comenzó mucho antes.

Ella era propietaria de un piso completamente pagado que heredó de su madre. El ayuntamiento lo derribó por problemas de aluminosis y la recolocaron en un piso social que podía pagar poco a poco.

Todo fue bien hasta que comenzó una relación con un hombre que la maltrataba y que tomó el control de las finanzas familiares. Durante los cuatro años y medio que estuvo con él, nadie pagó la hipoteca.

Cuando consiguió recuperar su vida y un trabajo, nuestra protagonista llegó a un acuerdo con ADIGSA para pagar cada mes dos mensualidades, la corriente y una de las pendientes. Pero, de nuevo, se quedó en el paro y no pudo cumplir su parte.

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De ahí la demanda, la sentencia de desahucio, y el miedo a que llegue el día en que tenga que explicar todo a sus dos hijos, que no saben que corren el riesgo de perder la casa.

Sus hijos son adultos, pero no les ha explicado qué pasa porque no les quiere hacer sufrir antes de que sea necesario y, también, porque se siente culpable de no haber encontrado el valor necesario para denunciar a tiempo su pareja.

Durante la conversación que tuvimos para conocer esta durísima historia, la protagonista no deja de mirar el teléfono: esta mañana le han cortado la luz en casa y no sabe cómo lo resolverá.

En junio no tuvo ningún ingreso. Ahora ha conseguido un trabajo, pero su primer sueldo ya está agotado antes de cobrarlo porque tiene que devolver el dinero que le dejaron para pagar la hipoteca de junio, la de julio y atender los otros gastos del hogar.