Urruti: "Intento no presionarme, aunque sería muy bonito ganar una txapela"
Bilbao
La polémica acostumbra a ser una invitada más en la previa de toda final de pelota, al menos en los últimos años. Normalmente el descontento con el material presentado en el cestaño es el objetivo de las críticas de alguno de los contendientes. Sin embargo, en esta edición del Manomanista, el origen está en la propia LEPM.
Tras la renuncia, conocida el pasado viernes, de Bengoetxea a disputarla, las empresas tenían tres opciones: suspender la final y entregar la txapela a Aimar Olaizola, posponer el partido hasta que Oinatz pudiera jugar o sacarse un as de la manga.
Es conocido que optaron por la tercera vía: repescaron a un pelotari eliminado, Mikel Urrutikoetxea, y lo colocaron en la final, pese a no haber jugado ni tan siquiera el partido por el tercer y cuarto puesto. Ese encuentro debía haberlo disputado ante Juan Martínez de Irujo, pero al de Ibero no se le concedió el aplazamiento que solicitó porque "no lo contempla el reglamento".
Ese es el mismo reglamento que situaba en el 21 de junio la fecha límite para la disputa de la final. A Bengoetxea decidieron esperarle hasta el 28, con lo que la LEPM ya se había saltado sus propias normas una vez. No quisieron volver a añadir un asterisco más, una excepción más.
Una vez decidido el cartel de la final, tocaba pasar página. Y así lo han hecho tanto Mikel Urrutikoetxea como Aimar Olaizola. Ambos pelotaris han acudido este jueves al frontón Bizkaia para escoger el material con el que disputarán la improvisada final.
Para el de Zaratamo será su debut en una gran tarde, de esas en las que comienzan a 22 tantos de calarse una txapela. "De momento lo estoy llevando bien. Para mí está siendo una semana como otra cualquiera. intento no presionarme, aunque sería muy bonito ganar una txapela en Bilbao, después de tantos años sin que lo consiga ningún pelotari bizkaino, pero de momento es solo un sueño", ha reconocido.
Aimar Olaizola representa lo contrario. La experiencia de sus 35 años, la de sus ocho finales del Campeonato, la de sus cuatro txapelas. Pero el de Goizueta acostumbra a rechazar el papel de favorito, y esta vez no iba a ser una excepción: "No estoy confiado para nada. Aunque me digáis misa... Yo llevo muchos años en esto, y llevo 15 años jugando con el cartel de favorito. Me digan lo que me digan... Para eso sí me sirve la experiencia", asegura.
Sobre el guion del partido, ninguno ha dado demasiados detalles ni de lo que ha preparado ni de lo que espera. Sí han reconocido que el saque será muy importante, y en el caso de Mikel ha añadido que "creo que Aimar irá a meterle velocidad al partido. Será un partido con bastante ritmo. Cuando te quedas a bote, estas pelotas van hasta el cuadro nueve y desde ahí es muy difícil quitarle. Por eso muchas veces ahora se va de aire". El resto de aire que, sin duda, fue protagonista en la semifinal entre Aimar y Juan y que, parece, volverá a predominar.
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Verónica Gómez
Periodista de la SER desde 2009, cuando comencé mis prácticas en Radio Pamplona. Tras pasar por las...