PNV y PSE pasan examen a su pacto de estabilidad

La resaca de la constitución de los ayuntamientos se traslada a las ejecutivas de los partidos. El nuevo mapa municipal deja al PNV más poderoso de las últimas tres décadas, con 121 consistorios en su mano, 25 más que en la anterior legislatura. Una cota de poder alcanzada gracias al pacto firmado con los socialistas para dotar de estabilidad a las instituciones vascas pero que se agrietó en Andoain y, de rebote, en Vitoria. En el resto de localidades se cumplió el guión previsto.

En los próximos días las ejecutivas de Sabin Etxea y Alameda Rekalde tendrán que repasar lo ocurrido, más aun, cuando todavía queda conformar los tres gobiernos forales en los que, a priori, se han pactado gobiernos de coalición. Desde el PNV tratan de quitar hierro al asunto y hablan de "disfunción" y sostienen que el pacto sigue vigente con unas "bases sólidas". Por eso, confían en "reconducir" la situación. Algo necesario sobre todo en territorio alavés, donde en Vitoria Gorka Urtaran gobierna en una clara minoría, con tan solo cinco concejales, frente a los nueve del PP y los seis de Bildu.

También habrá que ver qué postura toma el PP, después de la dolorosa pérdida de Vitoria. Los populares no han ocultado el malestar y han dicho abiertamente que Urtaran es un alcalde "legal pero no legítimo", acusándole de caer en manos de Bildu. El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, por su parte, se mostraba "orgulloso" de haber desalojado a Maroto. Arraiz ha sido muy crítico con la postura del PSE, ha reprochado su "miseria moral" al no votar al jeltzale "por venganza" y ha añadido que el socialista "ha dejado de ser un proyecto político para convertirse en una agencia de colocación de los suyos".