Nacionalistas y socialistas ‘barren’ obstáculos para el pacto en Canarias
La situación en las instituciones palmeras se reconduce y calma la crisis en la negociación
Los tira y afloja han protagonizado los últimos días / GETTY IMAGES
Santa Cruz de Tenerife
A última hora de la tarde de ayer concluyó la reunión de la mesa de negociación del pacto regional entre CC y PSOE que tenía por objetivo salvar una alianza que se había venido poniendo muy cuesta arriba desde el inicio de la semana. Por fortuna para los negociadores, la resolución de parte de los conflictos en La Palma (pese a que anoche aún quedaba Fuencaliente por resolver) allanó el camino y las negociaciones continuarán su curso esta tarde con bastante menos tensión. Las cosas en Tenerife también se han ido arreglando, aunque Santa Cruz continúa en veremos, al igual que en El Hierro.
La jornada del miércoles trajo consigo la escenificación de lo que se venía barruntando desde finales de la semana pasada: el acuerdo de gobierno entre CC y PSOE en Canarias se resquebrajaba por los cimientos. Una vez más, eran los pactos en cascada, y no la alianza para cogestionar el Ejecutivo regional, los que daban problemas. Especialmente, en Tenerife y La Palma.
Ante el enroque de José Manuel Bermúdez en Tenerife (que no suma con el PSOE para gobernar el mayoría en la capital tras la pérdida de un edil por parte de los socialistas) y la desbandada de los alcaldables nacionalistas en la Isla Bonita, los desencuentros se agravaban y amenazaban con dinamitar por completo lo que, en principio, parecía la solución más sencilla: reeditar la alianza de la legislatura anterior. Las cuentas salen y suman perfectamente en el Gobierno autonómico, además de asegurar La Laguna, una plaza clave para CC.
Ante este panorama -y ante la premura que impone la constitución el sábado de las corporaciones locales- José Miguel Ruano, uno de los negociadores que se sientan por parte de CC en la Mesa que trata de cerrar un acuerdo, daba este miércoles un ultimátum en los micrófonos de la Cadena SER. A las siete de la tarde Coalición Canaria fijaba el plazo y su ultimátum para resolver de una vez por todas los problemas que impiden la consecución del pacto regional entre PSOE y Coalición Canaria.
Así lo adelantaba Ruano, un secretario de organización preocupado ante lo que considera una situación insostenible. Las piedras en el camino siguen siendo las mismas: La Palma, La Laguna y Santa Cruz de Tenerife. En este último caso, lanzó un mensaje claro al alcalde en funciones, Jose Manuel Bermúdez, de quien dice que no está autorizado para pactar con el PP.
El mandatario chicharrero, no obstante, rompía poco después su silencio también en la Ser, asegurando que no ha incumplido ningún acuerdo y reiterando que no va a gobernar en minoría. Desde su punto de vista, se ve abocado a un posible pacto con el PP. No obstante, fuentes cercanas a la negociación señalan que la capital tinerfeña sigue siendo innegociable y que Coalición da por hecho que Bermúdez se plegará a las directrices de su partido.
