El último arreón de la costera de la anchoa
La flota del Cantábrico ha pescado ya casi 17.000 tn de las 21.000 que le corresponden. Aunque los barcos que usan cebo vivo seguirán con la costera hasta final de mes, algunas embarcaciones de cerco están ya cambiando de aparejos para ir en busca de los túnidos
Bilbao
Nuestros arrantzales abordan este mes de junio el último arreón de la campaña de la anchoa. Una campaña que, pese a no haber conseguido pescar ejemplares de gran tamaño, no está resultando mala, porque la falta de capturas en otras latitudes ha subido el precio de la anchoa pequeña en lonja.
La flota del Cantábrico, en la que se encuadran los barcos vascos, ha pescado ya unas 16.500 toneladas de anchoa. Todavía queda margen hasta alcanzar las 21.250 toneladas de cuota que les concedieron este año.
El principal problema de esta campaña está siendo el tamaño de la anchoa. Los arrantzales vascos no han conseguido encontrar ejemplares grandes a pesar de haberse alejado de los caladeros habituales. Por fortuna otras flotas, como la argentina o la kroata, han tenido incluso menos suerte y la falta de competencia ha subido los precios de la anchoa del cantábrico, elevando el precio de los ejemplares pequeños por encima de los dos euros el kilo.
Los barcos que pescan con cebo vivo esperan completar este mes de junio pescando las cerca de 5.000 toneladas de anchoa que restan, en cambio los de cerco han comenzado ya a cambiar los aparejos para partir en breve en busca de túnidos, la gran campaña del verano.
