Ascenso inminente

Sevilla

La vuelta del Betis a primera es un hecho. A falta de un resultado que se dará el domingo frente al Alcorcón, el triunfo en Santander fue la certificación de que el binomio Betis-Mel sigue dando resultados para la entidad. Con las obligaciones matemáticas que había en juego ambos equipos salieron con la intención de mandar en el partido y de incomodar al rival. El dominio ficticio del Betis en los inicios se puso en peligro con un error inaceptable de Jordi Figueras que no terminó en gol del Racing por la impericia del atacante local. El paso de los minutos acrecentó el dominio bético al que solo su falta de ritmo le impedía arrollar a un endeble rival. Bruno y Figueras fueron de largo los jugadores que más tocaban el balón con lo que las llegadas al área racinguista eran escasas.

La desidia de la tropa de Mel tuvo castigo con el gol de Mamadou que se aprovechó de la defensa, impropia de un equipo profesional, y adelantó a los cántabros. No hubo lugar a que crecieran las dudas aún más y la reacción del Betis fue inmediata. Bruno remató un buen centro de Kadir y empató el encuentro. Durante toda la primera mitad la debilidad defensiva dejó en mal lugar a los futbolistas béticos pero como siempre la pegada bética fue determinante. Rubén Castro, el gol siempre en la cabeza, adelantó al Betis y hundió definitivamente al Racing antes del descanso.

Para seguir con el camino imparable a primera, la pareja Castro-Molina siguió agrandando su leyenda marcando dos goles más en los diez primeros minutos de la segunda mitad. La rentabilidad de estos dos jugadores para el Betis será casi imposible de repetir en la larga historia que le queda a la institución por delante. El festival de los del Mel en la segunda parte no fue total porque Casado regaló el segundo gol a David Concha y Renella no aprovechó los minutos que tuvo. Tras una racha de resultados espectacular, el Betis tiene atada la vuelta a primera división el domingo en el Villamarín.