León de la Riva compara la reunión que le piden los vecinos con un auto de fe
El alcalde rechaza un encuentro con los vecinos antes de las elecciones porque no quiere acudir a "encerronas". La Asociación de Pilarica reanuda las protestas contra la supresión del paso a nivel
Valladolid
Lejos de la receptividad, Javier León de la Riva ha optado por la confrontación con los vecinos de La Pilarica, barrio en el que se rechaza el proyecto del túnel porque los ciudadanos temen el cierre del paso a nivel y la renuncia al soterramiento de las vías férreas.
Aunque la semana pasada parecía posible una reunión, el alcalde de Valladolid y candidato del PP ha dejado claro que no será posible antes de las elecciones del próximo domingo porque su agenda está "cerrada". La realidad choca con sus palabras: "Yo les recibo cuando quieran", declaró a las 11:30 horas de la mañana.
La Asociación de Vecinos de Pilarica ha planteado otro encuentro en la calle, en línea con la convocatoria de la semana pasada para que el máximo responsable del Ayuntamiento explique in situ el polémico proyecto. Tampoco acudirá al alcalde porque "lo de ir a encerronas, uno ya tiene muchas escamas".
Sin embargo, la declaración más fuerte, aunque fuera en tono metafórico, se produjo a continuación: "Someterme, ya he dicho que el auto sacramental, el último aquí, fue el del Doctor Cazalla". La referencia histórica del alcalde de Valladolid se remonta al 20 de mayo de 1559 cuando este vallisoletano fue sometido a un durísimo proceso de la Inquisición, que concluyó con una condena a muerte en la hoguera. El auto de fe que puso fin al foco luterano fue considerado ejemplar en la Europa del siglo XVI. Precisamente, la última novela de Miguel Delibes recrea aquel episodio histórico que permaneció en la memoria colectiva durante siglos.
A las ocho de la tarde cien vecinos formaron un corro para "esperar" al alcalde, aunque ya habían escuchado su negativa.
