Con aroma colombiano

Irun

La cuadragésima edición de la Vuelta al Bidasoa tuvo claro aroma colombiano. El de Steven Calderón, ciclista del Gomur Lieana 2017, que se ha impuesto portando el maillot amarillo de líder desde el primer día hasta cruzar la línea de meta final del Paseo Colón de Irún. Y aún así, a pesar de ser el único líder esta vuelta, ha sido una edición de las más disputadas que se recuerdan, porque el ciclista colombiano, que dedicaba el triunfo visiblemente emocionado a toda su familia, apenas sacó un segundo de ventaja a Enric Mas, del equipo de Contador; Jaime Rosón, del Caja Rural; y Julen Amezketa, del Cafés Baqué, que se ha quedado fuera del podio final por culpa del puestometro, algo que ya le pasó la pasada edición de la Vuelta al Bidasoa.

Todo esto ha ocurrido tras una última etapa que ha ganado Álvaro Trueba (Cafés Baqué) que cruzó la línea de meta en solitario del Paseo Colón de Irún tras atacar a la entrada de Irun, a falta de sólo seis kilómetros para la línea de meta, y mantener desde entonces una pequeña ventaja sobre el grupo en el llegaban todos los favoritos, exahustos después del mucho movimiento que ha tenido una etapa corta, pero con cuatro puertos de montaña, tres de ellos de primera categoría.

Calderón tuvo que sufrir mucho en esta última etapa, al resistir a los constantes ataque de los rivales en las duras rampas de Erlaitz. Tanto es así, que Calderón cedía 28 segundos en la cima de Erlatiz, algo que le dejaba sin triunfo final en la Vuelta, pero el colombiano, que afrontó enfermo la última etapa, tiró de corazón para enganacharse con sus rivales en un descenso de vértigo hasta llegar a Irun.

Ya con la carretera en horizontal Calderon se unía con el resto de favoritos. Eso sí, a la entrada de Irun, Enric Mas volvió a hacer un último intento para lograr el triunfo final, pero Calderón estuvo atento y no hubo sorpresa final.