"El cuerpo es el único espacio de libertad que tenemos los cubanos"

Bilbao

La escritora cubana Wendy Guerra cuyas obras que han sido traducidas a 13 lenguas no se publican en su país, como ella explica “no porque hablen de política, sino porque reflejan la realidad, y eso no agrada a las autoridades" participa estos dias en Gutun Zuria. "Mis novelas hablan de dónde comen, qué se ponen, dónde hacen el amor los personajes y todas estas cosas les molestan a las autoridades relacionadas con este tema que, de algún modo, buscan castrarnos, vejarnos o quitarnos el aire para que nos vayamos al exilio".

Hay una excepción. Su tercera novela, de 2010, recién publicada en Cuba: Posar desnuda en La Habana. “Acabo de publicar en Cuba el año pasado mi libro sobre Anaïs Nin, que ocurre en 1922, no habla de la realidad actual. Es un libro extremadamente erótico porque Anaïs Nin vivió un incesto consentido con su padre el pianista Joaquín Nin.”

Wendy Guerra, graduada en Dirección de Cine, alumna de García Márquez, escritora, poeta, autora entre otras obras de "Todos se van", que en 2006 obtuvo el Premio Bruguera, afirma “Yo no soy gay pero mi mama era bisexual y yo soy producto de todo ese mundo, de toda esa castración" y concluye: “el cuerpo es el único espacio de libertad que tenemos los cubanos”.