“Acato la Constitución hasta que se cambie para que obedezca a la gente y no a los bancos”
El pleno, marcado por el rifirrafe entre PP y PSOE. Pizarro: “Señor Rojas, ¿a cuento de qué pide usted la palabra?
Sevilla
El pleno de la constitución del Parlamento andaluz para la X legislatura ha estado marcado por el enfrentamiento entre PP y PSOE, por las diferencias sobre el reparto de la Mesa. Pero la sesión deja gestos amables y anécdotas, como el momento en el que la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, prometía el cargo de diputada prometiendo acatar la Constitución hasta que se cambiara y obedeciera “a la gente y no a los bancos”.
Podemos ha entrado por primera vez en un Parlamento en España, el andaluz, con un grupo (quince diputados) que es fiel reflejo de la diversidad que forma parte de sus dirigentes nacionales. Profesores, activistas, juristas y miembros procedentes de distintos sindicatos.
La líder de la formación de Pablo Iglesias en Andalucía ha prometido el cargo, “haciendo cumplir la Constitución”, una Carta Magna que, según ha dicho, debe dar prioridad a la gente y no a bancos.
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Con un gesto ha prometido también su cargo el diputado Jesús Rodríguez. Profesor, como Teresa Rodríguez ha prometido el cargo con la camiseta de la Marea Verde que defiende la educación pública.
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La bronca entre el presidente de la Mesa de Edad, el socialista Luis Pizarro, y los diputados del PP, concretamente el portavoz Carlos Rojas, agitó al hemiciclo, en el momento en el que se anunciaba la distribución de los miembros de este órgano que dejó al PP con un solo representante, lo que acabará en el Tribunal Constitucional (TC).
Día de encuentros y espectáculos
Si alguno de los 64 nuevos diputados, de los 109 que componen el Parlamento andaluz, se presentó a su constitución con un guión previsto se equivocó. El guión final, como en las buenas películas, incluyó lo esperado -nervios, saludos y encuentros- pero también efectos especiales: la bronca.
Diez de la mañana. La totalidad de parlamentarios electos se reparte en distintas salas para ultimar detalles y cerrar la estrategia para una votación, la de la Mesa de la Cámara, tediosa y confusa, sobre todo para los nuevos, que no debía permitir ni un error, como así fue.
El desacuerdo previo entre el PSOE y PP para repartirse los miembros de la Mesa de la Cámara ocupó la atención de los grupos mayoritarios y auguraba algún tipo de medida o puesta en escena que, después de más de hora y media de votación, alzó el telón.
La bronca entre el presidente de la Mesa de Edad, el socialista Luis Pizarro, y los diputados del PP removió al abarrotado hemiciclo cuando se anunció la distribución de los miembros de este órgano que dejó al PP con un solo representante, lo que acabará en el Tribunal Constitucional (TC).
"Bronca, espectáculo, sainete barato", las opiniones en el hemiciclo eran para todos los gustos entre invitados, periodistas y políticos ya retirados que no pararon de comentar la "jugada" y buscar responsabilidades por la "penosa imagen" de Andalucía que se ha ofrecido a España.
"¿Es un augurio sobre la inestabilidad o un incidente aislado?, preguntó otro de los muchos periodistas que han pululado y vigilado insistentemente por los alrededores del hemiciclo.
Efectos especiales al margen, la jornada ha dado para unos cuantos encuentros y reencuentros entre actores principales y secundarios de la política andaluza.
Todos los presidentes del Parlamento de todas las legislaturas, salvo Mar Moreno, ha acudido a la cita y muchos de ellos se han encontrado con la presidenta en funciones, Susana Díaz, pero de manera muy simbólica y especial con el que fue hasta finales de enero su vicepresidente, Diego Valderas (IU).
Encuentro, saludo efusivo y camino al hemiciclo. Eran las 12.00, llegaba la hora iniciar la sesión y Díaz tenía una cierta premura, aunque en el camino, acompañada de Verónica Pérez y Manuel Jiménez Barrios, se refirió una vez más a lo bien que está su "chicharito" (el hijo que espera).
Acomodados ya en los escaños, el reparto de los grupos ha querido que Teresa Rodríguez, la portavoz y líder de Podemos, haya sido ubicada justo en el centro, en el eje del salón de plenos, enfrente de la tribuna de oradores, como si del fiel de alguna hipotética balanza se tratara.
El guión también se rompió en las promesas o juramentos. Los 109 han jurado o prometido su cargo, pero con diferentes fórmulas, particularmente los parlamentarios de Podemos, que entre otras cuestiones quieren garantizar los derechos humanos "en lugar del pago de la deuda a la banca".
Otros han defendido la necesidad de que "las paredes del Parlamento sean de "cristal y estén al servicio de los andaluces" y Teresa Rodríguez acató el Estatuto y la Constitución hasta que "la cambiemos para que obedezca a la gente y no a los bancos -ha dicho-".
Elena Cortés, exconsejera de IU en la Junta, no pudo evitar, cuando iba a votar, la tentación de saludar efusivamente a excompañeros socialistas del anterior gobierno a su paso por los escaños, y el líder del PP-A, Juanma Moreno, tuvo que padecer un error en su nombre (le llamaron José Manuel Moreno) cuando fue reclamado para emitir su voto.
La estampa más tierna la protagonizó Auxiliadora Honorato, de Podemos, que aguardaba en uno de los pasillos de la Cámara a que concluyera la reunión de su grupo, junto a un hijo de muy corta edad, al que portaba en un carrito.