El hombre que fotografía a los aviones

Valladolid

Aerotrastornado. Y no es un insulto. Así es como se define Rafael Álvarez Cacho, enfermero de profesión, y enamorado de la aviación desde hace muchos años. Una pasión que, unida a su interés por la fotografía, ha cristalizado en una afición que tiene nombre propio: "spotter". Es el término anglosajón que define a quienes agazapados tras una valla, o con mejor posición si tienen suerte, captan las imágenes de las aeronaves que aterrizan, despegan o circulan por las pistas de los aeropuertos.

Esta curiosa manera de pasar el tiempo libre se remonta casi a los orígenes de la aviación comercial y está estrechamente ligada a la historia bélica y a la necesidad de identificar los aparatos enemigos cuando la tecnología era rudimentaria y el radar apenas empezaba a dar sus primeros pasos.

Y ya que hablamos de "hazañas bélicas", Rafael también tiene las suyas. Es lo que tiene que el aeropuerto de tu ciudad esté emplazado en una base militar. Que los uniformados no ven con buenos ojos que un individuo, cámara en mano, ronde las instalaciones. Las explicaciones se las pidieron ametralladora en mano. La cosa no pasó de ahí, afortunadamente, y en su perfil de Twiter (@AlvarezCacho) es posible admirar el fruto de esa pasión.

De las miles de instantáneas captadas estos años se queda sobre todo con una: la llegada del Airbus A330 "Isaac Albéniz" al aeropuerto de Barajas, perdón, Adolfo Suárez Madrid Barajas. Un vuelo excepcional que cubría la ruta Johanesburgo-Madrid. En su interior, la selección española de fútbol y la Copa del Mundo de 2010.