Moreno se queda sin entrar al trapo

Sevilla

El candidato Juan Manuel Moreno lo preveía: Susana Díaz iba a cambiar su estrategia. Así que la esperó. Se había autoproclamado vencedor en el primer debate y no quería caer en este. Y su rival política enseñó las cartas a la primera. Iba a interrumpirle, acusarlo de mentir una y otra vez y pedir respeto a los andaluces. Y esa fue su baza. La acusó de soberbia, incapaz escuchar , menos de gestionar , la relacionó una y otra vez con Chaves y Griñán y de usar los argumentos del miedo ya utilizados por los dos expresidentes.

Moreno Bonilla esperó y apenas entró al trapo. Intentó alejarse del estereotipo del PP que presentaba la candidata andaluza y en un debate con la mayoría de propuestas ya conocidas sacó un as de la manga cuando retó a IU y a PSOE a reformar el estatuto de autonomía de Andalucía para desaforar a los 109 diputados autonómicos.

El candidato popular apenas perdió la compostura, sólo cuando Susana Díaz le acusó de dejar morir a 117 mil dependientes en su etapa como secretario de estado del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, entonces fué él quien interrumpió.

Tras el debate, la coordinadora de campaña del PP dijo sentirse satisfecha con la intervención de su candidato del que , aseguró, ha mostrado su verdadero rostro frente a la soberbia de Susana Díaz.