La ruta de los recortes sociales
Un autobús con un particular recorrido trata de visibilizar el mal estado de los servicios públicos
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/IJGDUWNBDBNO7B6FMMCNMYRQOQ.jpg?auth=e5c7ba3293bcee6ddc1ed847cd6ce96159de8415998e101a1163fe0078d152f7&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
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Madrid
La coordinadora de ONGs para el desarrollo de la Comunidad de Madrid ha organizado este sabado una ruta por el otro Madrid, ese que no visitan ni fotografían los turistas, pero que llena portadas de periódicos locales y, sobre todo, que sufren a diario los que viven aquí.
La ruta tiene un doble objetivo. Por un lado, denuncian que el presupuesto que la región destina a cooperación al desarrollo se ha reducido más de un 90 por ciento en los útlimos 5 años. De los casi 36 millones de euros de 2010 a menos de un millón y medio en 2015. Con estas cifras en la mano, la coordinadora de ONGs para el desarrollo se hizo una pregunta: ¿Dónde fue a parar el dinero para cooperación? Desconocen la respuesta pero creen evidente que no fue a parar a políticas sociales. El dinero no se destinó a ayudar a los de fuera, pero tampoco a ayudar a los de dentro. Y ahí nace el segundo objetivo de esta ruta. Denunciar y tratar de dar visibilidad al despilfarro de las administraciones y al mal estado de los servicios sociales en la región. Por eso, según Sonsoles García-Nieto, presidenta de la coordinadora de ONGs para el desarrollo, han diseñado la denominada "ruta de los recortes sociales".
El punto de salida es el Palacio Cibeles, como reflejo "del despilfarro que se ha hecho con el dinero público en los últimos años". Trasladar el Ayuntamiento al edificio, algo que se hizo por decisión de Gallardón, requirió una serie de reformas que tuvieron un coste de entre 300 y 500 millones de euros. Algo que la propia Esperanza Aguirre ponía estos días como ejemplo de lo que no debe ser un ayuntamiento austero.
A partir de ahí, tres paradas más. La primera, en un centro educativo, en este caso el instituto público Fraga Iribarme, en el barrio de Sanchinarro, para hablar de los recortes en educación. Y es que el centro tiene paralizadas las obras de ampliación porque la constructora ha entrado en suspensión de pagos y no tiene capacidad para acoger a todos sus alumnos porque los niños del barrio vecino, el de Las Tablas, tienen que ir a ese instituto porque sus padres llevan desde 2007 pidiendo un instituto público en su propio barrio y todavía no lo han contruído. La consejería de educación les prometió, sin embargo, la semana pasada que la siguiente fase de las obras del Fraga Iribarme estará terminada en septiembre de este año y que para el curso 2016-2017 los alumnos de Las Tablas tendrán su propio instituto público.
La segunda parada es en el hospital Carlos III para denunciar los recortes en sanidad. El centro sanitario, según la coordinadora, es uno de los claros ejemplos de cómo se están desmantelando los hospitales especializados de la Comunidad y de la pérdida de recursos, experiencia y profesionales que se deriva de estos cierres.
Y la tercera y última para es en los juzgados de Violencia de Género para poner sobre la mesa los recortes en políticas de igualdad que, según dicen, han afectado especialmente al combate contra la violencia de género, "una de las grandes lacras de nuestra sociedad".
Una ruta con intenciones políticas
Otra de las curiosidades de esta ruta, además de la ruta en sí misma, es para quién iba destinada. Los viajeros fueron los candidatos a la alcaldía y a la comunidad que se presentarán a las elecciones del próximo 24 de mayo. Desde Ciudadanos, UPyD y PSOE hasta IU, Ganemos o Convocatoria por Madrid. Todos, salvo el Partido Popular y Vox, estuvieron allí.
Invitarles a ellos, y no a otros, tenía un objetivo claro: no quedarse sólo en la denuncia, sino intentar también buscar alternativas. "Qué mejor que hablar con los políticos que dentro de poco nos podrían representar", comenta García-Nieto. "Buscar soluciones entre ellos y nosotros, que ellos nos expusieran sus compromisos y nosostros explicarles lo que queremos de ellos", añade.
Y más o menos es lo que pasó. En líneas generales, uno por uno, los candidatos fueron mostrando su apoyo a la cooperación al desarrollo, condenaron el despilfarro del gobierno actual y se subieron al autobús de los recortes sociales... Para sumarse a la crítica contra los recortes en políticas sociales y en cooperación al desarrollo.