Los precedentes. Más alertas que días

Bilbao

A mí el whattsap con el bulo de la nevada histórica en Vitoria me llegó no una, sino dos veces. No le hice mucho caso porque empiezo a tener coraza de tanta alerta meteorológica frustrada. En enero del año pasado acabé apuntando en la agenda cuántas alertas nos llegaron a los medios. 36 avisos amarillos, a más de uno por día, y 6 alertas naranjas. Hubo más días con alertas o avisos que sin ellos.

¿Qué hacer en estos casos? ¿Cómo evitar un efecto "Pedrito y el lobo", que tras tanta alerta que se queda en nada, el día en que de verdad llegue la nevada del siglo nos pille descreídos y con los brazos cruzados?

Las instituciones responden que es mejor pecar de exceso que de defecto. Sospecho que para ellas, tan importante como informar es que, si luego pasa algo, no les salpique. Pero es un juego con riesgos. Lo de Nueva York puede llegar a pasarnos algún día no muy lejano como sigamos anunciando las borrascas como ciclogénesis explosivas o las nevadas de toda la vida como si fueran la nevada del siglo.