Empeñarse por un crédito

Madrid

"Ayer me dijo una amiga mía, los bienes están para los males". Así resume Vicky su tercera visita al Monte de Piedad de Madrid (plaza de Celenque, 2). Esta vez es para recuperar las joyas familiares que empeñó. Como ella el año pasado pasaron por esas instalaciones casi 60.000 personas. El denominador común de todas las historias es: la necesidad.

Mariela hace dos años estaba en el paro. Pensó que en el banco, con su situación de desempleo, no iba a conseguir ningún crédito así que  fue al Monte de Piedad a empeñar varias joyas de su madre. "Las dejé hace dos años. Las empeñé para comprar los libros de mis hijos. Ahora voy un poquito mejor y estoy intentando recuperarlas". La necesidad de José Enrique también tiene que ver con la educación de su hija. En septiembre empeñó un par de pulseras de una herencia familiar para conseguir los 800 euros que le costaba la matrícula de su hija que estudia música para ser soprano. "Yo creo que se juega un poco con las necesidades básicas de las personas y, en vez de darles unos créditos que pudieran pagar bien, pues tienen que venir aquí a dar sus gotas de sangre y, a veces, lo pierden porque no pueden recuperarlo", explica José Enrique.

En el Monte de Piedad de Madrid dicen que la mayor parte de los clientes consiguen desempeñar sus joyas y que puedan renovar el contrato cada año si, en el momento del vencimiento, no pudieran hacer frente al pago. Si, finalmente, no pueden recuperar lo empeñado, sale a subasta. La media del préstamo que suele darse es de 600 euros y los intereses suelen estar entre el 5 y el 8,25%. El Monte de Piedad (que depende de la Fundación Montemadrid, ya desvinculada de Bankia) recaudó el año pasado 12,5 millones de euros que se destinan a financiar proyectos sociales y culturales, como La Casa Encendida.

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En el Monte de Piedad hay un equipo de gemólogos que van tasando las joyas (oro, piedras preciosas y plata en grandes dimensiones) y que, después de hacer las pruebas para verificar que no son imitaciones, van colocándolas en cajas que son ordenadas mediante un robot que custodia en total unas 150.000. En el sótano también se encuentra un antiguo búnker en el que se guardan, para una futura exposición, un buen montón de piezas de lo que la gente empeñaba en los años 70 y 80 cuando no sólo se llevaban joyas. Se pueden encontrar máquinas de coser, de escribir e, incluso, sábanas y almohadas.

El Monte de Piedad de Madrid fue fundado en 1702 por el Padre Piquer capellán del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. Ahora, el Monte de Piedad va a abrir una nueva sucursal en el municipio de Móstoles.

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