Valencia Basket se plantea el fichaje del 5 tras el descalabro en Krasnodar

Valencia

Durante las más de siete horas de viaje hasta Krasnodar, la cúpula de Valencia Basket no acabó de decidirse para acometer la incorporación de un jugador interior pese a la lesión de larga duración de Serhiy LIshchuk. El argumento de alguno de los ejecutivos de la entidad acudía al número de '4' y '5' a disposición de Velimir Perasovic. "Seguimos teniendo dos interiores por posición", explicaban, refiriéndose a Luke Harangody, Pablo Aguilar, Bojan Dubljevic y Kreso Loncar.

Preguntado directamente, el director deportivo, Chechu Mulero, solicitaba 48 horas para presenciar in situ el partido ante el Lokomotiv Kuban y comprobar la respuesta de la plantilla a la ausencia del interior ucraniano. No le hicieron falta tantas. Loncar no pudo ni vestirse de corto por unas molestias en la espalda. Y, para mayor complicación, Pablo Aguilar sufrió una contractura a los pocos minutos de estar en pista. La consecuencia inmediata: Dubi y Harangody tuvieron que disputar casi todo el partido, con el cansancio consiguiente que seguro les condiciona para el compromiso del próximo sábado ante Fuenlabrada en el que debería sellarse el pasaporte a la Copa del Rey que se disputa en Gran Canaria del 19 al 22 de febrero. 

A su regreso a la ciudad, diferentes fuentes del club ya confirman abiertamente que Mulero peinará el mercado desde hoy mismo para acometer la incorporación de un pivot que refuerce al equipo hasta final de temporada. Desde el punto de vista contractual, Valencia Basket dispone incluso de una ficha para pasaporte extracomunitario, puesto que el único americano es Luke Harangody. Económicamente, es innegable que ya se hizo una inversión en la llegada de Nedovic, pero la dirección deportiva dispone de presupuesto para una incorporación más. 

El momento es ahora. En el próximo mes, el equipo disputará la Copa, debe conseguir desbancar del liderato del Grupo N del Last 32 al Lokomotiv y, por descontado, mejorar la sexta posición -igualado con el octavo- que ostenta en la Liga Endesa. Demasiados frentes abiertos para, en partidos importantes como el de ayer, disponer de una rotación limitada a ocho jugadores.