El enfermero que atendió a Piotr dice que no tenía fiebre ni tosía

Piotr, el indigente polaco que falleció en un albergue municipal tras ser dado de alta en urgencias en el Virgen del Rocío, no tenía fiebre, no tosía y no expectoraba, según ha declarado el enfermero que lo atendió. Solo quería comer y dormir, le ha dicho este profesional, que está imputado, a la jueza que investiga lo sucedido. El imputado, según ha contado la abogada de Proderecho Humanos, Maribel Mora, ha manifestado que no llevaba ningún documento identificativo y que lo clasificó como posible problemática social con tres signos de interrogación.

Piotr le explicó también que lo habían llevado hasta allí unos amigos malos, ha señalado la letrada. El enfermero estuvo con él un minuto y medio y lo derivó al médico.

La autopsia estableció que Piotr sufría una desnutrición severa y que padecía una neumonía y una tuberculosis. Solía vivir entre cartones en la Avenida República Argentina.

El facultativo que lo atendió, también imputado, manifestó que no apreció en el paciente ningún síntoma para hospitalizarlo; sólo el deterioro físico de una persona alcohólica que no comía.

La abogada de la Asociación Pro Derechos Humanos, Maribel Mora, ha subrayado que lo ocurrido con el joven polaco pone en evidencia las "lagunas" de los protocolos de atención sanitaria en urgencias para las personas sin hogar.

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En este sentido, ha criticado que la Junta de Andalucía no les informó de los cambios en esos protocolos tras lo ocurrido en este caso, lo que solicitaron por escrito en diciembre, y ha agregado que el Defensor del Pueblo andaluz tiene abierta una queja por este tema.