Xabi Zabaleta: "Llevo 16 años diciendo que por desgracia otra muerte iba a llegar"

San Sebastián

El 9 de diciembre, dentro de ocho días, se van a cumplir 16 años del asesinato del seguidor de la Real Sociedad, Aitor Zabaleta, por un grupo de radicales del Atlético de Madrid en los alrededores del Vicente Calderon cuando acudía a ver al equipo txuri-urdin en compañía de su novía. Ha pasado mucho tiempo, pero en su familia la herida sigue abierta. Sobre todo porque ven que la muerte de Aitor no ha servido para cambiar ningun tipo de conducta en los clubes con respecto a los grupos ultras de sus aficiones, ni tampoco la actitud de los sectores más radicales de los seguidores. La prueba está en la batalla campal que acabó con la muerte de un ultra del Deportivo de la Coruña este domingo a orillas del Manzanares. El Diario AS ha querido pulsar cómo ha sentado este nuevo y triste hecho con radicales de por medio en la familia del fallecido seguidor de la Real Sociedad, y se ha puesto en contacto con Xabier Zabaleta, el hermano de Aitor Zabaleta. ¿Cómo recibió la familia la terrible noticia? "Te voy a decir, es sencillo eso, estaba trabajando, llevaba un fin de semana maravilloso trabajando, y me enteré tarde, y me enteré justo al terminar el servicio del mediodía, y la verdad es que se me puso un nudo en el estómago y un malestar. Luego empecé a mandar mensajes a la familia y en la familia en general había un sentir de rabia y de tristeza por lo que había ocurrido", responde Xabi Zabaleta con la voz compungida.

El problema es que en la familia Zabaleta llevan ya mucho tiempo avisando de que algo así podía ocurrir, que una nueva muerte a manos de radicales podía llegar. "Por desgracía, desde que ocurrió la muerte de mi hermano, en la familia llevamos 16 años diciendo que todo sigue igual, que no se hace nada con todo esto, que nada cambiar, que no se ponen los medios para erradicarlo, que los clubes son los responsables, y sigue igual, y seguirá igual. Y extrañarme nada, cuando me preguntanban por este tema, siempre solía decir que han pasado 16 años de lo que ocurrió con Aitor, que habían pasado sin ninguna muerte, pero que por desgracía iba a llegar cualquier día. Nosotros ya lo advertíamos, porque vimos lo que pasó y lo que sigue pasando, y mira, tristemente, casualidad, ha llegado este fin de semana", señala Xabi. Y desde su experiencia, por haber vivido en sus carnes toda la crueldad y el sinsentido de los radicales del mundo del fútbol, señala a los clubes como responsables de este tipo de sucesos. "Nosotros decimos que los clubes son los responsbles de que pasen estas cosas, porque al final si vas a un sitio a jugar un partido de fútbol, que vas a hacer deporte, y ves que hay gente que está difamando, amenazando y un caldo de cultivo de odio, y no se puede dejar que eso suceda, porque eso puede derivar en actos como el de este domingo. Y no me refiero ya al presidente del equipo donde esté sucediendo el acontecimiento, sino el que va invitado, fuera de casa, tiene que tener lo que hay que tener para decir que si a esos no se les manda fuera, no jugamos el partido. Porque es un deporte, que lo queremos un montón, pero mueve millones de personas y no se puede dejar que por otros intereses, se llegue a lo que se llega, por desgracia, en muchas ocasiones".

Y cuando se le pregunta por el caso concreto del Atlético de Madrid, matiza pero señala, alto y claro. "Energúmenos hay en todos los sitios y equipos, y eso lo sabemos todos. Lo que pasa es que hay clubes que han cortado de raíz esos comportamientos y están haciendo cosas para que este tipo de hechos no sucedan, para intentar evitarlo. Pero como esto ha pasado de nuevo en Madrid, ponemos como ejemplo el Atlético de Madrid, eso no ha sucedido en 16 años, desde qye mataron a mi hermano. Y eso está clarísimo. Sólo hace falta ir a un partido contra la Real Sociedad en el Calderón para escuchar un poco. Y luego cuando dice un entrenador que eso es ajeno al campo, bueno si es sordo, lo puedo entender, pero si no es sordo, pues no lo comparto, ni lo haré nunca. Pero lo más triste es que tengamos que llegar a estos extremos para actuar, eso es lo más triste de siempre".