Las decisiones arbitrales impiden el triunfo de Valencia Basket (77-76)

El trabajo y el esfuerzo de Valencia Basket durante cuarenta minutos merecía más carácter y valentía por parte del trío arbitral formado por el alemán Lottermoser, el italiano Paternico y el esloveno Petek. Tras un último periodo en el que barrieron para casa en dos faltas a Guille Vives y un simulacro de personal antideportiva a Harangody, la última jugada del partido fue sencillamente inaceptable. Con Olympiakos uno arriba (77-76), no quisieron ver un manotazo nítido de Petway a Nemanja Nedovic. Un arbitraje correcto hubiera proporcionado a Valencia Basket la posibilidad de lanzar dos tiros libres para ganar.

Por contra, el equipo taronja tuvo que conformarse con un salto entre dos tras el que llegó un triple de Nedovic, pero después de la bocina. La derrota es dolorosa, por el momento en el que llega y, fundamentalmente, por el modo en que se produce. Valencia Basket se marchó seis arriba a la conclusión del tercer periodo (54-60) y llegó a conseguir una diferencia de diez puntos en el último cuarto. Rozó la proeza en una pista casi inaccesible gracias al esfuerzo defensivo constante y a una zona 3-2 muy productiva decretada por Velimir Perasovic en la segunda mitad. 

En ataque, Pau Ribas, Vlado Lucic y Bojan Dubjlevic se combinaron para conseguir 48 de los 76 puntos del equipo. Especialmente significativa la aportación del alero serbio, desaparecido durante buena parte de la temporada. Ribas y Dubi llevan tirando del carro en la práctica totalidad de los encuentros en los que han estado físicamente disponibles. 

Exhibiendo el nivel de Atenas, no hay motivos para la preocupación. Valencia Basket, por fin, compitió. Las sensaciones que genera convierten en una posibilidad real ganar los cuatro partidos que restan de la primera fase de Euroliga y conseguir el pase al Top 16 de la máxima competición continental.